Y una vez más la combinación Benjamin Lacombe y Japón resulta ser la ganadora. En esta ocasión, el famoso ilustrador francés va a dar donde más me duele al traernos una obra enfocada en las Onna musha o Onna bugeisha, las mujeres samurais. Como bien señala la interesante y necesaria introducción del tomo, a cargo del historiador y estudioso de Japón Matthias Hayek, haberlas las había. Pero en una sociedad tan patriarcal y machista, como la japonesa, el papel de la mujer, en la literatura y la sociedad acabó, con el paso de los siglos reduciéndose, hasta lo romántico o lo erótico en artes como la pintura y la literatura, obviando que hubo mujeres que participaron en las diferentes guerras y luchas que jalonan la historia nipona y empequeñeciéndose sus apasionantes biografías y sus aportes a las causas por las que lucharon. Gracias al cielo cada vez más estudiosos y diferentes obras sacan a relucir los nombres de estas mujeres. El tomo creado por Benjamin Lacombe a los pinceles y Sébastien Perez ocupándose del texto es un intento más de dar su papel en la historia a estas mujeres, aprovechando la fascinación que el mundo, la historia y las tradiciones y costumbres del la isla del Sol naciente ejercen sobre los occidentales, que cada vez se empapan más de esta cultura milenaria y llena de tradiciones y detalles curiosos.
Al igual que hice con el anterior volumen de Lacombe y Perez, enfocado en leyendas japonesas, he leído poco a poco “Historia de Mujeres Samuráis”, a un relato por día. La idea era empaparme del aura poética y melancólica que impregna el estilo ilustrativo de Lacombe y que tan bien casa con el sentir japonés. Y poder disfrutar poco a poco de los muchos detalles que jalonan esta maravilla editorial que es este libro. Ese es el punto fuerte de este libro, las bellas ilustraciones de Lacombe; la fuerza profunda, sencilla y melancólica de sus dibujos y de sus trazos; el como consigue dar a cada una de las figuras que aparecen en el libro su aire y aura tan personal y característico con ese no sé que conmovedor que impacta en quien ve estos dibujos y los hace tan reconocibles. El ilustrador usa diferentes técnicas pictóricas y crea todo tipo de ilustraciones. Algunas aparecen como acompañamiento del texto o como detalles de páginas , otras ocupan una o dos páginas, e incluso algunas son tan grandes que son despegables dentro del libro. El tomo está lleno de virgerias audiovisuales que se meten por los ojos. Quizás lo que es el texto de los siete relatos que componen esta antología se quede la mayor parte de las veces muy corto. Pero como yo he dicho antes, el punto fuerte del libro es su carácter visual. Realmente el texto solo sirve como acompañamiento y para explicar las ilustraciones. Lo que no quita para que haya fragmentos y momentos llenos de belleza y poesía, con una fuerza muy personal (como la última última parte del relato de Nakano Takeko).
De todas maneras, nos encontramos con siete relatos que aunque giren en torno a la mujer samurai que son muy diferentes entre sí. En cada uno de ellos se da voz a una mujer o a varias luchadoras. El más extenso de todos está dedicado a la que seguramente es la Onna bugeisha más conocida de la historia japonesa, Tomoe Gozen. Nacida en el siglo XII, Gozen comandó ejércitos de 3.000 hombres y fue una estratega militar famosa por domar caballos salvajes que ganó batallas muy importantes durante las guerras Guerras Genpei, inmortalizadas en la gran epopeya épica nipona, el “Heike Monogatari” o “Cantar de Heike”. Donde apenas se le dedican cuatro líneas a esta relevante figura militar, que es muchas veces más recordada en el imaginario japonés en relación a su trágica historia de amor con el comandante Minamoto no Yoshinaka que por sus logros militares. Con Lacombe y Perez ambas vertientes, romántica y guerrera, se unen y conviven perfectamente en un relato en el que pone en relieve la fuerza humana y la pasión de esta mujer. Que no es la única radicada entre las páginas de esta obra. A su biografía la acompañan las de otras mujeres como Kaihime, una joven entrenada por su padre para luego ser entregada como trofeo al enemigo. Su cuento es una historia de superación personal, lucha por la libertad y sororidad. Como lo es también la versión que se da en esta antología de Nakano Takeko, una formidable luchadora que creó un batallón formado únicamente por mujeres para ir a pelear, y cuya historia aún se recuerda cada año en un festival realizado en la ciudad donde su cabeza está enterrado, en el cual muchachas jóvenes vestidas de guerreras acuden en profesión a honrarla y recordarla a su tumba. De todas maneras, la obra no solo trata de biografías de mujeres reales, sino que también recoge algunas de las leyendas relacionadas con el mito de la mujer guerrera. Porque al fin de al cabo ¿no tienen todas las leyendas algo de realidad?. Así pues nos encontramos con Öhöri Tsuruhime, que a falta de parientes varones, dirigió al Bañón, encargado de proteger su santuario natal, e incluso llegó a infiltrarse los barcos enemigos para sabotearlos desde dentro. O la emperatriz Jingü, una figura muy relevante de la mitología japonesa que, al quedar viuda, dirigió a las tropas japonesas contra el enemigo coreano.
Estas féminas y muchas otras vuelven a cobrar vida y se convierten en personajes reconocibles para el lector moderno, capaz de empatizar con sus biografías y lo que se puede sacar y aprender de ellas. Al fin de al cabo, el tomo se abre con una frase de Simone de Beauvoir de su emblemática obra “El Segundo Sexo”. y esto no es algo que se haya hecho al azar. Aunque a lo largo de los últimos años se ha hecho mucho por la situación de la mujer y el feminismo ha cobrado fuerza, aún queda mucho por hacer y aún hay muchos factores que pueden hacer que los derechos y libertades tan arduamente conseguidos pueden volver a ser reducidos hasta desaparecer. Y más, en una época tan inestable y llena de peligros como la que nos ha tocado vivir. Al fin y al cabo, la lucha de la mujer, no es algo que haya aparecido en nuestros tiempos, sino que se ha dado a lo largo de la historia y en todas las culturas y países.
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