Maravilla
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Maravilla
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Historia novelada / ficción histórica o como se llame. Súper entretenida, se lee rápido, para cualquier ocasión o estado de ánimo. Ideal para regalar a alguien a quien le gusta la historia pero no es de leer mucho (yo se la di a mi hermano que no lee casi nada y pero le gusta la historia Romana y se súper engancho). El principio me pareció de los mejores que leí en mi vida: “Yo, Tiberio Claudio Druso Nérón Germánico Esto-y-lo-otro-y-lo-de-más-allá (porque no pienso molestarlos todavía con todos mis títulos), que otrora, no hace mucho, fui conocido por mis parientes, amigos y colaboradores como "Claudio el Idiota", o "Ese Claudio", o "Claudio el Tartamudo" o "Clau-Clau-Claudio", o, cuando mucho, como "El pobre tío Claudio", voy a escribir ahora esta extraña historia de mi vida.” La serie no la vi, que acabo de enterar que existe por el comentario de Athos, voy a buscarla! |
Este libro es un compendio de información inagotable. En una labor filológica gigantesca, casi tan heroica como las gestas que narra, el autor crea una recopilación de los principales mitos griegos muy exhaustiva. Se sumerge en las fuentes de cada una de las leyendas para exponer todas las versiones que hay, su comparación con otras mitologías indoeuropeas y su significado metafórico. Además, recrea la historia original. O sea, la mitología que ha llegado hasta nosotros era la existente en un momento concreto. En ese mismo momento las historias ya eran antiquísimas y habían sufrido muchas transformaciones debido a su oralidad. Pues Robert Graves se aventura a explicarte cómo debió ser originalmente. Cuenta los mitos griegos como lo que eran, y no la versión edulcorada que tenemos ahora: historias crueles y viles, llenas de violaciones, raptos, héroes que comen los sesos de sus enemigos recién decapitados, crímenes pasionales, venganza, sangre, fratricidios, filicidios, parricidios (y todas las muertes entre familia que podáis imaginar)... Todo lo peor del ser humano representado en unas formas de existencia que se suponían superiores. Un libro recomendadísimo, pero, mejor que como lectura, como libro de consulta. Hay tantos nombres (héroes, ciudades, regiones, monstruos...), tantos árboles genealógicos, tantas muertes, tantas versiones, tantos, en fin, datos, que se hace denso; muy denso. De hecho, es el típico libro que molaría leer mientras vas tomando notas u dibujando genealogías. Un trabajo ciclópeo, titánico, hercúleo (adjetivos muy apropiados, juas juas) que resulta en una obra de referencia. + Leer más |
"Al fin y al cabo no existe la historia; no hay más que la descripción de la vida." (Ralph Waldo Emerson). Pocas veces me encontré con un libro que me haya apasionado tanto como esta magnífica obra de Robert Graves que he tenido el gusto y el placer de leer, lo que resulta inaceptable es que este maravilloso libro haya quedado tanto tiempo relegado en mi estantería sin que le prestara la atención que se merece. Desde siempre, cuando escuchaba hablar de ficción histórica (o novela histórica) recuerdo haber oído hablar sobre un Señor Libro titulado Yo, Claudio, que era, según decían un deleite. Lo encontré en una librería, lo compré y ahí quedó olvidado en mi estantería, hasta que este año impulsado por el disfrute que me produjo la lectura de la novela Juliano el Apóstata de Gore Vidal, libro que el mismo autor reconoce estar escrito tomando como referencia al de Robert Graves, resolví desempolvarlo y leerlo. No pude haber tomado una mejor decisión al respecto. En esta magnífica novela Robert Graves nos traslada a la primera época del Imperio Romano, si bien el inicios de la época imperial ya han pasado, estamos en el germen de aquello que llegó a ser el mismo con posterioridad. Claudio, relegado por la familia a un segundo plano a causa de su cojera y su tartamudeo, se toma el trabajo de contarnos su vida, desde su nacimiento hasta el momento en que, inesperadamente, es elevado al trono imperial. Robert Graves se sirve así de una voz autorizada, al tratarse de un testigo de primera mano, para relatarnos los avatares y pormenores de los reinados de Augusto, Tiberio y Calígula, relatándonos tanto la situación general y política del imperio (a veces con demasiados detalles), los pormenores de la vida doméstica y sus quehaceres personales. En este punto debo señalar que no han de confundirse las cosas. Esta es una novela no una obra histórica, pero ello no impidió a Robert Graves documentarse exhaustivamente para escribir tanto esta obra como su secuela, por ello debe entenderse que ciertos hechos pudieran ser ficticios. En puridad, salvo por las crónicas que han sobrevivido de ese tiempo, no tenemos forma de conocer muchas cosas, imagínense si ya resulta difícil la escritura de un libro bien documentado sobre eventos ocurridos cincuenta años atrás cuanto más lo será respecto a una época tan remota como la del Imperio Romano. Así pues, el diario del emperador Claudio, es en realidad una construcción maravillosa derivada de la imaginación portentosa de Robert Graves y del hábil trabajo de documentación que éste realizó. Aunado a lo expuesto al final del párrafo anterior he de decir que, si bien esta es una obra de ficción y muchos hechos pueden ser ficticios, el autor nos los relata con altas dosis de realismo, ya que mucho de lo expuesto ha sido corroborado en otras excelentes obras de no ficción, como la biografía de Augusto escrita por Anthony Everitt (Augusto: el primer emperador, reseña aquí), como ser por ejemplo, el divorcio de Tiberio y Vipsania y el hecho de que éste siguiera enamorado de la misma mucho después de su divorcio y el exilio voluntario de éste. Resulta extraordinaria la habilidad de Graves para trabajar con datos históricos y sobreponerlos a los ficticios, para trabajar el carácter y la complejidad de cada personaje (si bien ya contaba con apoyo de obras históricas para tal menester) y, por sobre todo, para relatar evento tras evento en un libro de casi 600 páginas sin abrumar con la cantidad de datos, ni aburrir tan solo un instante. Ciertamente loor a quien loor se merese: Robert Graves fue portento. Por otra parte, la caracterización de Claudio es magnífica, su personalidad es tan rica, tan compleja, y todo ello está tan bien trabajado que incluso nosotros que vivimos 2000 años después, tras leer este libro podemos decir que conocemos a Claudio como quien lo ha tratado toda la vida. Más allá de la historia del Imperio Romano que se nos cuenta, considero que Claudio es un ejemplo de perseverancia y superación de las adversidades. Su cojera, su tartamudez, el desprecio de su familia que lo consideraba un ser abyecto, afectado de epilepsia, las burlas hacia su persona de parte de su propia madre cuando no era más que un niño, no le impidieron llegar a ser un estudiante brillante, un gran estadista, un buen estratega militar, y un emperador razonablemente bueno, las fuentes que he consultado le reconocen diversos logros al frente de la administración de un estado tan colosal como lo era el romano. Si dejamos de lado su azarosa vida privada (se casó en cuatro ocasiones), puede decirse que fue un buen gobernante, mejor que muchos de la actualidad. En ciertas partes he de decir el libro se torna un tanto pesado y la lectura cansa un poquito, pero no me malentiendan, de ninguna manera resulta aburrida, sino que en partes pareciera como que estamos leyendo una antigua crónica repleta de detalles y nombres más que el relato de los hechos acontecidos, pero pienso que es parte de la riqueza de la obra. Como soy un romanófilo empedernido esta obra me permitió conocer más de cerca a un emperador del que siempre había oído hablar bien, ahora iré en busca de buenas obras de no ficción acerca del mismo a fin de profundizar dicho conocimiento. Más allá de todo, es la primera vez que veo a un emperador romano retratado como un simple ser humano, olvidado, relegado, afectado de diversas taras y sin ese carácter todopoderoso con que la figura sería tratada a posteriori, Gore Vidal procede de manera similar con Juliano, pero el mismo exagera ciertas habilidades de su personaje, lo magnifica en ciertos puntos y da a entender que estaba destinado a reinar y por ello todos los caminos se le abrían. No sucedió eso con Claudio a quien su fama de "tonto" le evitó la muerte y llegó a emperador muy a su pesar. Por todo eso, empaticé con Claudio como no lo hice con ningún otro emperador. ¿Quieren conocer como era la vida cotidiana en los primeros tiempos del Imperio? Den una oportunidad a este libro y permitan que Robert Graves y Claudio los guíen en los entresijos del poder romano, conocerán de primera mano las conspiraciones, las tramas ocultas y todo aquello que sucedía de puertas para adentro. Si gustan de la novela histórica este libro, que ha venido a ser un verdadero clásico del siglo XX, es imprescindible. Lectura altamente recomendada. + Leer más |
Un muy buen resumen y presentación para conocer a todos esos Dioses y Héroes que aparecen en películas, series y dibujos de televisión y sepamos más de su historia... Explicado con una claridad y sencillez sorprendente, de un modo muy lúdico para el entendimiento juvenil. A mí me encantó su lectura.
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La historia presentada por Graves narra en primera persona la vida que Claudio rememora siendo ya emperador de Roma. Este gobernador, perteneciente a la dinastía Julio-Claudia, asiste a las intrigas y revueltas de su familia que ve el asesinato como la mejor herramienta para lograr sus objetivos ya sean políticos o personales, pero logra mantenerse a salvo gracias a la creencia equívoca de sus parientes de que sufre algún retraso mental, puesto que su tartamudeo, cojera y tics nerviosos camuflan la extraordinaria mente, analítica y despierta que en realidad posee Claudio. Graves nos regala un relato íntimo pero perfectamente contextualizado de la vida de los cuatro primeros emperadores: Augusto, Tiberio, Calígula y el propio Claudio, con dosis de ficción histórica pero con muchas más dosis de datos reales en cuanto a acontecimientos bélicos y políticos, creencias religiosas, costumbres populares, escritores y estudiosos etc. En definitiva, el mejor relato sobre la Antigua Roma que he leído nunca, donde la rigurosidad histórica se hace amena y humana gracias al retrato de sus personajes que se dejan llevar por las pasiones e intrigas propias del ser humano y que no puedo dejar de recomendar a los lectores más curiosos. + Leer más |
¿Cuál es el nombre completo de la protagonista femenina en "Una corte de rosas y espinas"?