El banquete de Platón
En efecto, el que ama tiene un no sé qué de más divino que el que es amado, porque en su alma existe un dios.
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El banquete de Platón
En efecto, el que ama tiene un no sé qué de más divino que el que es amado, porque en su alma existe un dios.
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El banquete de Platón
Verdaderamente si los dioses aprueban lo que se hace por la persona que se ama, ellos estiman, admiran y recompensan mucho más lo que se hace por la persona por quien es uno amado.
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El banquete de Platón
No hay hombre tan cobarde a quien el Amor no inspire el mayor valor y no le haga semejante a un héroe.
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El banquete de Platón
Nada puede como el Amor inspirar al hombre lo que necesita para vivir honradamente; quiero decir, la vergüenza del mal y la emulación del bien.
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El banquete de Platón
Quiero pagar mi tributo al Amor, y hacérmele favorable. Me parece, al mismo tiempo, que cuadraría muy bien a una sociedad como la nuestra honrar a este dios. Si esto os place, no hay que buscar otro asunto para la conversación.
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El banquete de Platón
Además del provecho que encuentro en hablar u oír hablar de filosofía, nada hay en el mundo que me cause tanto placer; mientras que, por el contrario, me muero de fastidio cuando os oigo a vosotros, hombres ricos y negociantes, hablar de vuestros intereses. Lloro vuestra obcecación y la de vuestros amigos; creéis hacer maravillas, y no hacéis nada bueno. Quizá también por vuestra parte os compadeciereis de mí, y me parece que tenéis razón; pero no es una mera creencia mía, sino que tengo la seguridad de que sois dignos de compasión.
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La República o El Estado de Platón
En un Estado todo depende de los principios. Si ha comenzado bien, va siempre agrandando como el círculo. Una buena educación forma un buen carácter; los hijos, siguiendo desde luego los pasos de sus padres, se hacen bien pronto mejores que los que les han precedido, y tienen, entre otras ventajas, la de dar a luz hijos que les superan a ellos mismos en mérito, como sucede en los animales.
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La República o El Estado de Platón
Ya lo entiendo, hablas de un Estado que sólo se halla en las palabras, ya que no creo que exista en ningún lugar de la Tierra.
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Teeteto de Platón
He aquí el libro, Terpsion. En cuanto a la conversación, está escrita, no como si Sócrates me la refiriera, sino como si hablase directamente con los que tomaron parte en ella, que, según me dijo, fueron Teodoro y Teetetes. Para no entorpecer el discurso, he suprimido las frases : he dicho, yo decía, conviene, lo negó y otras semejantes, que no hacen más que interrumpir, y he creído preferible que Sócrates hable directamente con ellos. |
Apología de Sócrates de Platón
Yo tengo conciencia de que no soy sabio, ni poco ni mucho. ¿Qué es lo que realmente dice al afirmar que yo soy muy sabio? Sin duda, no miente; no le es lícito». Y durante mucho tiempo estuve yo confuso sobre lo que en verdad quería decir. Más tarde, a regañadientes me incliné a una investigación del oráculo del modo siguiente. Me dirigí a uno de los que parecían ser sabios, en la idea de que, si en alguna parte era posible, allí refutaría el vaticinio y demostraría al oráculo: «Éste es más sabio que yo y tú decías que lo era yo». Ahora bien, al examinar a éste —pues no necesito citarlo con su nombre, era un político aquel con el que estuve indagando y dialogando— experimenté lo siguiente, atenienses: me pareció que otras muchas personas creían que ese hombre era sabio y, especialmente, lo creía él mismo, pero que no lo era.
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La República o El Estado de Platón
Compara nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación con una experiencia como ésta. Represéntate hombres en una morada subterránea en forma de caverna, que tiene la entrada abierta, en toda su extensión, a la luz. En ella están desde niños con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben permanecer allí y mirar sólo delante de ellos, porque las cadenas les impiden girar en derredor la cabeza. Más arriba y más lejos se halla la luz de un fuego que brilla detrás de ellos; y entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto, junto al cual imagínate un tabique construido de lado a lado, Como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima del biombo, los muñecos.
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El banquete de Platón
¡Ojalá, Agatón, que la sabiduría fuese una cosa que pudiese pasar de un espíritu a otro, cuando dos hombres están en contacto, como corre el agua, por medio de una mecha de lana, de una copa llena a una copa vacía! Si el pensamiento fuese de esta naturaleza, sería yo el que me consideraría dichoso estando cerca de ti, y me vería, a mi parecer, henchido de esa buena y abundante sabiduría que tú posees; porque la mía es una cosa mediana y equívoca; o, por mejor decir, es un sueño.
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Diálogos de Platón
Platón escribe tan bonito.... El ha sido el motivo por el que muchos nos hemos acercado a la Filosofía y es que el no sólo filosofa, sino que también le da una preciosa forma a su pensamiento. No en vano, antes de filósofo fue escritor y se nota en la forma de llevar a cabo sus obras. Sus diálogos te haran sin duda pensar y el Fedón te hará llorar. |
Apología de Sócrates de Platón
Pero no es difícil, atenienses, evitar la muerte, es mucho más difícil evitar la maldad; en efecto, corre más deprisa que la muerte.
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Critón: o del deber de Platón
Pues aquí, es evidente que obrar de tal modo ni para ti ni para ninguno de los tuyos es mejor,ni más justo ni más piadoso, ni tampoco será mejor cuando llegues allí.
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Critón: o del deber de Platón
Porque no obedecen a quien les ha hecho nacer; porque, desprecian a quien los ha alimentado; porque, estando obligados a obedecerme, violan la fe jurada, y no se toman el trabajo de convencerme si se les obliga a alguna cosa injusta (...) Y que les de la elección entre obedecer o convencernos de injusticia, ellos no hacen ni lo uno ni lo otro.
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Apología de Sócrates / Critón / Carta VII de Platón
Es preciso respetar la patria en su cólera, tener con ella la sumisión y miramientos que se tienen a un padre, atraerla por la persuasión u obedecer sus órdenes, sufrir sin murmurar todo lo que quiera que se sufra, aun cuando sea verse azotado o cargado de cadenas, y que si nos envía a la guerra para ser allí heridos o muertos, es preciso marchar allá; porque allí está el deber, y no es permitido ni retroceder, ni echar pie atrás, ni abandonar el puesto; y que lo mismo en los campos de batalla, que ante los tribunales, que en todas las situaciones, es preciso obedecer lo que quiere la república, o emplear para con ella los medios de persuasión que la ley concede; y, en fin, que si es una impiedad hacer violencia a un padre o a una madre, es mucho mayor hacerla a la patria?».
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Apología de Sócrates / Critón / Carta VII de Platón
"¿no es un principio sentado, que el hombre no debe desear tanto el vivir como el vivir bien?" Sócrates.
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Critón: o del deber de Platón
Mi querido Critón, tu solicitud es muy laudable, si es que concuerda con la justicia; pero por lo contrario, si se aleja de ella, cuanto más grande es, se hace más reprensible.
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Gregorio Samsa es un ...