|
|
Se acabó el pastel de Nora Ephron
Algo que nunca he entendido es qué debe hacerse para que cuando una se case sigan ocurriéndole cosas. Suceden cosas cuando una está soltera. Se conoce a hombres, se viaja sola, se contraen hábitos nuevos, se lee a Tropolle, se prueba el sushi, se compran camisones, se depila una las piernas. Entonces se casa una y el vello crece.
|
No me acuerdo de nada de Nora Ephron
Yo creo que la enseñanza principal de un fracaso es que es muy posible que vuelvas a tener otro fracaso.
|
No me acuerdo de nada de Nora Ephron
Cuando empecé a olvidarme de las cosas, se me escapaban las palabras y los nombres. Hacía lo gue normalmente hacen ustedes cuando les pasa lo mismo: buscar en un diccionario mental y tratar de imaginarme por qué letra empezaba la palabra y cuántas silabas tenía. Al final, el objeto perdido volvía flotando a mi cabeza, y lo recuperala. Nunca interpreté estos lapsus como augurios del destino, tampoco como signos de vejez de senilidad real. Siempre sabía que lo que olvidada volvería tarde o temprano.
|
No me acuerdo de nada de Nora Ephron
Hace años que las cosas se me olvidan. Me pasa por lo menos desde los treinta. Lo sé porque entonces escribí algo sotre este asunto, Tengo pruebas Por supuesto, no recuerdo exactamente dónde ni cuándo lo escribí, pero seguro que podría averiguarlo si hiciera falta.
|
No me acuerdo de nada de Nora Ephron
“Por eso ha llegado el momento de decir algo que llevo en el corazón desde hace años: es hora de acabar con la tortilla de clara de huevo.”
|
Se acabó el pastel de Nora Ephron
—¿Me estás sugiriendo que pida en matrimonio a alguien de quien no esté enamorada y que luego me tire al estanque de las focas? —pregunté. —Te estoy sugiriendo que hagas un gesto memorable, disparatado e irrevocable —dijo Richard—; el mío fue pedirte que te casaras conmigo y luego arrojarme al estanque de las focas. Tú puedes elegir el tuyo. |
Se acabó el pastel de Nora Ephron
—Deja de hacerte reproches —dijo Julie—. Tú tenías confianza en él. Hay que tener fe en el hombre con quien estás casada; si no, te pasarías la vida repasando la factura del teléfono y los recibos del American Express.
|
Se acabó el pastel de Nora Ephron
A lo mejor se ha muerto, pensé. Eso no lo resolvería todo, pero arreglaría algunas cosas. No estaba muerto, claro. Nunca se mueren. Cuando quieres que se mueran, no se mueren.
|
Se acabó el pastel de Nora Ephron
¿Es inevitable el momento en que todo te molesta, en que te pone frenética que fume, que tosa por las mañanas, que desparrame migas de pan, que exagere, que conduzca como loco o que diga: «Entre tú y yo»? Cuando te enamoras de alguien, una parte de tu amor la constituyen las diferencias entre los dos; cuando te casas, las diferencias empiezan a volverte loca. Cuando te enamoras de alguien, te dices a ti misma: bueno, en realidad nunca me han interesado ni la política, ni el bridge, ni el francés ni el tenis; y cuando te casas, empiezas a volverte loca porque tu marido ni siquiera sabe quién se presenta a la presidencia. Ese es el momento en que todo psicoanalista te dirá que tu problema se deriva del temor a la intimidad; que estás vinculada a tu madre o que tienes una fijación con tu padre. Pero a mí me parece que lo que ocurre es mucho más fundamental; yo creo que resulta casi imposible vivir con otra persona.
|
Se acabó el pastel de Nora Ephron
Quería un hombre que no fuera calvo, ni gordo ni con mucho vello en el cuerpo. Quería un hombre con piernas largas, caderas estrechas y arrugas en torno a los ojos producidas por el hábito de reír. Después maduré y me conformé con un maniático de grado inferior que tenía hámsters. Al principio pensé que era excéntrico y encantador. Pero luego, no. Luego quería matarlo.
|
Heartburn: El díficil arte de amar de Nora Ephron
Porque si cuento la historia, domino la versión. Porque si cuento la historia, puedo hacer reír; y prefiero que se rían a que tengan lástima de mí. Porque si cuento la historia, no me duele tanto. Porque si cuento la historia, puedo soportarla. |
Heartburn: El díficil arte de amar de Nora Ephron
En sí misma, la infidelidad es una minucia comparada con el profundo daño cerebral que resulta cuando una parte sustancial de la vida es completamente diferente de lo que uno pensaba.
|
¿Por que decidió irse al internado Miles?