Sólo con las primeras páginas y el primer asesinato nos damos cuenta del tipo de libro al que nos enfrentamos: lleno de humor, sarcasmo e ironía. El narrador te va contando la historia, aportando sus propias reflexiones y desvariando de un sitio a otro, de una persona a otra o de un momento a otro. Esto ha hecho que en ocasiones me haya perdido un poco, porque los cambios de escenario, tiempo o personaje resultan un poco abruptos.
A veces ocurre que las mezclas más extrañas funcionan y estamos ante un caso así. Si le quitamos el humor a la historia, seguimos teniendo a un criminal enrevesado y muy inteligente que tiene en jaque a Julia y Chamorro; ambos, aunque el jefe tenga sus cosas y ella lleve el mayor peso en la búsqueda del asesino, son buenos investigadores a los que no le importa poner toda la carne en el asador para resolver el caso. Si quitamos la parte de investigación, tenemos a una serie de personajes con su vida pasada, su presente, sus defectos y virtudes con los que son capaces de ayudar a los demás. Si lo quitamos todo, queda la buena ambientación, el humor y las situaciones hilarantes, difíciles de encasillar que te arrancan una sonrisa. Merece la pena leerlo, sin duda.
+ Leer más