La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
Cuando te acercas a un agujero negro, su tirón gravitacional te arrastra sin remedio a su oscura y lúgubre realidad.
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La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
Cuando te acercas a un agujero negro, su tirón gravitacional te arrastra sin remedio a su oscura y lúgubre realidad.
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La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
A veces los arrepentimientos no tienen ninguna base. Algunas veces son simplemente... fake news. Una puñetera patraña de las de toda la vida.
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La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
«No es el objeto que uno mira lo importante, sino lo que ve en él.»
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La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
—Solo conocemos lo que percibimos. Todo lo que experimentamos es, en última instancia, lo que nuestra percepción interpreta. «No es el objeto que uno mira lo importante, sino lo que ve en él.»
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La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
«No te fíes nunca de alguien que trata mal a camareros mal pagados».
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La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
—Quizá deberías ir dejando de preocuparte por la aprobación de la gente, Nora —susurró la señora Elm para intensificar lo íntimo y poderoso de su apreciación—. No necesitas ninguna autorización familiar para… —Sí. Ya lo he pillado. |
La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
La Biblioteca de la Medianoche no tiene en su catálogo cadáveres ni fantasmas. Es una biblioteca de posibilidades. La muerte es lo contrario de la posibilidad.
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La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
—Alegra esa cara —le dijo alguien—. Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas. «No veré ni el sol ni las estrellas. Yo soy el agujero negro.» |
La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
—Era mucha presión. —Pero la presión es la que nos hace lo que somos. Empiezas siendo carbón y terminas convertido en diamante. |
La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
Diecinueve años antes de que decidiera morir, Nora Seed se encontraba en la cálida y pequeña biblioteca del instituto de enseñanza secundaria Hazeldene, en la ciudad de Bedford. Sentada ante una mesa baja, contemplaba un tablero de ajedrez.
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La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
Si te propones convertirte en algo que no eres, fracasaras siempre. Tu objetivo debe ser convertirte en ti misma.
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Los Radley de Matt Haig
¿Byron? (...) Por lo que sé, aún está vivo. Lo vi en la década de 1980, pinchando con Thomas de Quincey en una fiesta en su cueva de Ibiza. Don Juan y DJ Opio se hacían llamar.
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Los Radley de Matt Haig
Fue como la primera visita a Roma, cuando caminas por una callejuela modesta y, de repente, el épico esplendor del Panteon te deja sin sentido.
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Los Radley de Matt Haig
-Alguna vez has estado enamorado? (..) - Una vez (...). - Siempre es solo una vez, ¿no? Las demás...son ecos. - Ecos. |
La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
"-Alegra esa cara - le dijo alguien-. Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas
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La biblioteca de la medianoche de Matt Haig
Las bibliotecarias tienen conocimientos. Orientan a la gente para que encuentre el libro apropiado. El mundo apropiado. Encuentran los mejores lugares. Son como motores de búsqueda con alma.
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El chico que salvó la Navidad de Matt Haig
Si uno cree en algo no necesita verlo con sus propios ojos.
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El chico que salvó la Navidad de Matt Haig
Eso es lo que tienen las montañas. Por muy grandes y elevadas que sean, siempre hay una cima. Aunque te lleve todo el día y toda la noche, lo normal es que acabes alcanzándola.
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¿Con qué frase empieza esta novela?