El nervio óptico de María Gainza
Mal administrada, la historia del arte puede ser letal como la estricnina.
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El nervio óptico de María Gainza
Mal administrada, la historia del arte puede ser letal como la estricnina.
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El nervio óptico de María Gainza
Hay batallas que extrañamente uno decide perder; por algo en mi boletín de séptimo grado decía: «Cuando quiere destaca, pero casi nunca quiere».
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María Gainza
Quizás efectivamente haya una época así, la "época más feliz de nuestras vidas", lo que resulta bastante triste.
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La luz negra de María Gainza
Reconstruir una experiencia a través de imágenes almacenadas en nuestro cerebro es un acto que a veces linda con la alucinación, no recuperamos el pasado, lo recreamos, lo volvemos dramaturgia.
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El nervio óptico de María Gainza
Para los griegos el thymos era el alma, el deseo, la vida, posiblemente por su ubicación en el centro del pecho. Yo tenía una enfermedad del alma, vaya noticia. Hasta entonces había vivido como un animal acosado, esperando el golpe que no sabía de dónde podía llegar. [...] Hay algo en la enfermedad que te afila, te quita la ansiedad; si uno logra evadir la autoconmiseración, por supuesto.
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El nervio óptico de María Gainza
Frente a Rothko, una busca frases salidas de un sermón dominical pero no encuentra más que eufemismos. Lo que uno querría decir en realidad es "puta madre". "Una vida en pinturas." |
El nervio óptico de María Gainza
No conozco a nadie que haya querido ser escritor y no le haya dedicado alguna vez unas líneas al mar.
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El nervio óptico de María Gainza
Sé que las razones por las que me acerqué a esta pintura no pasarían un examen de la academia, esa casa de los espíritus donde el mayor miedo es escapar, pero de última, ¿no son todas las buenas obras pequeños espejos? ¿Acaso una buena obra no transforma la pregunta «qué está pasando» en «qué me está pasando»? ¿No es toda teoría también autobiografía?
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El nervio óptico de María Gainza
Es un instante nomás, un fogonazo en el que ves la relación que habrían podido tener si las dos hubieran cedido un poco, si a las dos no se les hubiese tragado el personaje. Pero, a esta altura, difícil que haya marcha atrás. Para ella serás siempre alguien que desperdició su suerte, la zurdita paqueta que vive como paria. Cuando te hace enojar le decís que te gusta vivir así, en tierra de nadie, y que con las astillas de sus muebles algún día construirás tu casa.
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El nervio óptico de María Gainza
La sensación de fracaso me aplasta. Definitivamente estoy mal equipada para afrontar la realidad; soy un ejército de uno que, a metros nomás del enemigo, se da cuenta de que olvidó su bayoneta.
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El nervio óptico de María Gainza
Me acuerdo de una cancioncita empalagosa que me cantaba mi mamá para hacerme dormir, «¿qué será, será?», decía, y a mí se me estrujaba el corazón porque creía que era una pregunta, no una forma de aceptar el destino. ¿Cómo demonios voy a saber yo qué será?, pensaba. Odiosa cantinela, me arruiné la niñez tratando de contestarla.
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El nervio óptico de María Gainza
Cuando me siento físicamente mal, cualquier peligro, por enorme que sea, me parece una entelequia al lado de mi tormento concreto.
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El nervio óptico de María Gainza
Me recordó que en la distancia que va de algo que te parece lindo a algo que te cautiva se juega todo en el arte, y que las variables que modifican esa percepción pueden y suelen ser las más nimias.
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María Gainza
Qué sé yo... hay pasiones cuya elección no depende de los hombres, llegan al mundo al mismo tiempo que ellos y hay un plan superior que las dirige.
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La luz negra de María Gainza
Se me vino a la cabeza la imagen de Garibaldi cuando al irse de Roma les dijo a sus soldados que les ofrecía sed y calor durante el día, frío y hambre durante la noche, y peligro a toda hora.
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El nervio óptico de María Gainza
Es como visitar los glaciares o atravesar un desierto. Pocas veces lo inadecuado del lenguaje se vuelve tan patente.
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El nervio óptico de María Gainza
El asunto es que la ansiedad lo hacía hablar de más. Olvidaba que los elementos más poderosos de una obra con frecuencia son sus silencios, y que, como dicen por ahí, el estilo es un medio para insistir sobre algo
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El nervio óptico de María Gainza
Pero también había algo en esa técnica abocetada que se fundía a la perfección con el tema: como si el artista hubiese sido interrumpido por un terremoto en medio del trabajo, como si en un mundo precario terminar algo ya no tuviese sentido
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Gregorio Samsa es un ...