Ana, la de Álamos Ventosos de Lucy Maud Montgomery
Por supuesto, la isla estaba en el Mañana. Las islas como esa no aparecían, excepto en el mágico lugar. No tenían cabida en el monótono Hoy.
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Ana, la de Álamos Ventosos de Lucy Maud Montgomery
Por supuesto, la isla estaba en el Mañana. Las islas como esa no aparecían, excepto en el mágico lugar. No tenían cabida en el monótono Hoy.
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Ana, la de Álamos Ventosos de Lucy Maud Montgomery
Hasta las cosas comunes y corrientes se habían vuelto preciosas. Las cerdas de alambre eran una maravilla de encaje de cristal.
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Rilla. La de Ingleside de Lucy Maud Montgomery
Nadie que haya sido tocado por esta guerra volverá a ser feliz del mismo modo. Pero la felicidad va a ser mejor.
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Ana, la de Álamos Ventosos de Lucy Maud Montgomery
Las pequeña Elisabeth escucha demasiados susurro perdidos. Creo que una de mis misiones en Summerside será enseñarle a reír
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Ana de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery
–Pues yo creo que esperar las cosas con ilusión es precisamente la mitad de su placer–exclamó Ana–. Quizá no consigas las cosas en sí mismas, pero nada puede arrebatarte el placer de esperarlas con ilusión.
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
Quiero sentirme sola, y libre y salvaje
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
... dejó que el viento barrera las nieblas de su alma
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
Las pequeñas cosas de la vida, dulces y excelentes en su lugar adecuado, no debían constituir el fin o la razón de toda existencia; los ideales más altos eran los que había que seguir y buscar; la vida en el cielo debía empezar aquí en la tierra
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
... alrededor de ellos una brisa suave cantaba entre las hojas de los abetos y en ella se encontraban ya las notas del otoño
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
Y fue más rica en fantasías que en realidades; porque lo que se ve pasa, más las cosas invisibles son eternas
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
El recuerdo tejió un dulce y sutil hechizo en las dos jóvenes criaturas
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Ana de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery
La gente se ríe de mí porque utilizo palabras largas. Pero si una tiene ideas grandes, necesita palabras largas para expresarlas, ¿no cree?
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Ana de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery
¿No es maravilloso pensar en todas las cosas que nos quedan por saber? Me da ganas de vivir. ¡Es un mundo tan interesante! Si lo supiéramos todo, sería la mitad de interesante, ¿a que sí? No habría campo para la imaginación.
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Ana de Avonlea de Lucy Maud Montgomery
En este mundo tiene que haber gente de todas clases, como he oído a menudo, pero creo que hay algunas que no hacen falta.
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Ana, la de Ingleside de Lucy Maud Montgomery
En esos días, las mujeres se ponían luto con la intensidad con que se abocarían a una venganza,
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Ana de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery
Ruby Gillis dice que cuando un hombre corteja a una muchacha tiene que estar de acuerdo, con la madre en religión y con el padre en política.
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Ana, la de Álamos Ventosos de Lucy Maud Montgomery
Nunca se era pobre mientras se tuviera alguien a quien amar.
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
Disfrutarían diciendo: «ya te lo dije», y estarían convencidas de que es el principio del fin, cuando en realidad no es más que el fin del principio.
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
No había otra; nunca pudo haberla para mi corazón. Te quise desde el día que rompiste la pizarra en mi cabeza en la escuela.
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
Pero todavía estamos juntas -dijo Ana-, que la semana próxima no nos empañe la alegría de esta.
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¿En que año nació Marcel Proust?