Ana, la de Álamos Ventosos de Lucy Maud Montgomery
«si acercas un rostro sonriente al espejo, encontrarás una sonrisa»
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Ana, la de Álamos Ventosos de Lucy Maud Montgomery
«si acercas un rostro sonriente al espejo, encontrarás una sonrisa»
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Ana, la de Álamos Ventosos de Lucy Maud Montgomery
Abra sus puertas y la vida volverá a entrar en usted.
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Ana, la de Álamos Ventosos de Lucy Maud Montgomery
Ana no había visto antes a la señora Merrill y nunca la volvería a ver, pero siempre la recordaría como una mujer que había descubierto el secreto último de la vida. Nunca se es pobre en tanto que se tenga a alguien a quien amar.
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Ana, la de Álamos Ventosos de Lucy Maud Montgomery
—No se conoce de verdad la felicidad que da beber agua hasta que se está sediento y se encuentra por casualidad.
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Ana, la de Álamos Ventosos de Lucy Maud Montgomery
Rebecca Dew dice que las cartas son los libros del diablo y las novelas algo incluso peor.
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
«el humor es el más picante de los condimentos en el festín de la existencia. Ríete de tus errores, pero aprende de ellos; alégrate de tus penas, pero reúne fuerzas de ellas; bromea sobre tus dificultades, pero supéralas».
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
—«Hay muchas cosas que no siguen una regla, hay un enorme caudal de saber que nunca se adquiere en la universidad, hay montones de cosas que nunca se aprenden en la escuela»
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
«nunca escribas una línea de la que te avergonzarías que fuera leída en tu propio funeral»
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
—Me pregunto por qué todo el mundo parece creer que yo debía de casarme con Gilbert Blythe —dijo Ana con cierta irritación. —Porque estabais hechos el uno para el otro, Ana. Por eso. No hace falta que sacudas esa cabecita tuya. Es un hecho. |
Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
—El arrepentimiento no deshace las consecuencias de ser malo, Davy.
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
El año es como un libro, ¿no crees, Marilla? Las páginas de la primavera están escritas con violetas, el verano con rosas, el otoño con las hojas rojas del arce y el invierno con acebo y siemprevivas.
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
—La quiero más que nunca cuando está dormida y más aún cuando está despierta
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
—No sabes reconocer el amor cuando lo ves. Te has engañado con algo que tu imaginación piensa que es el amor y esperas que en la vida real se parezca a eso.
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
—Tengo que hacerlo. Las cosas no pueden seguir así más tiempo. Ana, te quiero. Sabes que te quiero. Yo… yo no puedo decirte cuánto te quiero. ¿Podrías prometerme que serás algún día mi esposa?
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
La primera juventud es una parte tan bonita de la vida… Yo misma estoy muy contenta de no haber salido del todo de esa época.
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
Solo cuando una vive una vida simple es cuando se notan cosas como esa.
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
No sé guardar secretos, no sirve de nada que lo intente. Ese es mi peor defecto… Ese y la indecisión.
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Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
—Yo soy natural de Bolingbroke, Nueva Escocia —comentó Philippa. —¡Bolingbroke! —exclamó Ana—. Increíble, allí es donde yo nací. |
Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
He probado el mundo; ya no viste el color de romance que vestía. |
Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
Ana se echó a reír y suspiró. Se sentía mayor, madura y sensata..., cosa que demostraba lo joven que era.
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¿En que año nació Marcel Proust?