Los doce de Justin Cronin
Eres la brasa de vida sobre la que yo soplé, durante mil noches solitarias.
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Los doce de Justin Cronin
Eres la brasa de vida sobre la que yo soplé, durante mil noches solitarias.
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Los doce de Justin Cronin
Las barreras físicas no eran nada comparadas con las alambradas de la mente.
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El pasaje de Justin Cronin
Ese tipo se lo zampaba todo. Decía que los libros eran más interesantes que la gente.
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El pasaje de Justin Cronin
Shakespeare, soneto 104: para mí, bello amigo, nunca podrás ser viejo, que tal como os miré, aquella vez primera, así es vuestra belleza.
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La ciudad de los espejos de Justin Cronin
La desaparición de esa mujer ardía en los ojos de su amigo como una larga mecha que busca su bomba.
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La ciudad de los espejos de Justin Cronin
Recuerdos imborrables que se iluminaban de vez en cuando en su conciencia.
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La ciudad de los espejos de Justin Cronin
Puede que el mero hecho de estar vivo, de tener a alguien a quien amar y que le amaba a su vez, fuera suficiente.
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La ciudad de los espejos de Justin Cronin
Todos los días de tu vida, comprendió Alicia entonces, apuntaban a una sola hora. Lo que parecía un laberinto de elecciones, todas las posibilidades que te ofrecía la vida, no era en realidad sino la serie de pasos que dabas a lo largo del camino y, cuando llegabas a tu destino y mirabas atrás, una única senda restaba marcada: la que habías escogido.
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La ciudad de los espejos de Justin Cronin
El mundo es real y tú formas parte de él, una parte fugaz, pero una parte al fin y al cabo, y si tienes suerte, y tal vez incluso si no la tienes, los actos que realizas por amor serán recordados.
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Los doce de Justin Cronin
Había algo en las páginas de aquellos libros que poseía la capacidad de hacerle sentir mejor sobre las cosas, un salvavidas al que aferrarse antes de que las oscuras fuerzas de la memoria lo arrastraran de nuevo corriente abajo, y en días más optimistas podía verse siguiendo aquella rutina durante algún tiempo. Una vida modesta pero soportable. Y entonces, por supuesto, había llegado el fin del mundo. |
Los doce de Justin Cronin
Para ti, cazar a los Doce no es la respuesta. Es la pregunta. ¿Le importa a alguien? ¿Vale la pena salvarnos? ¿Qué quiere Dios de mí, si es que existe Dios? La fe más poderosa consiste en la predisposición a preguntar, con todas las pruebas en contra. Fe no sólo en Dios, sino en todos nosotros. Te encuentras en un lugar difícil, y yo diría que seguirás en él un tiempo. Pero es el correcto, y es tuyo.
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El pasaje de Justin Cronin
Creía posible que la vida de una persona se transformara en una larga serie de errores, y que el final, cuando llegara, fuera un ejemplo más en una cadena de decisiones erróneas. La cuestión era que la mayoría de dichos errores se tomaban prestados de otras personas. Adoptabas sus ideas erróneas y, por el motivo que fuera, las convertías en propias.
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El pasaje de Justin Cronin
—Lo pensabas. Sólo somos personas. No sé qué hay en la montaña, pero algo sí que sé: vivimos y morimos. En algún momento del trayecto, si tenemos suerte, encontramos a alguien que nos hace menos pesada la carga. Deberías darles tu bendición. Lo están esperando.
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Gregorio Samsa es un ...