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Nicaragua tan violentamente dulce de Julio Cortázar
El mar, como un vasto cristal azogado... Me gusta imaginar que Darío pudo escribir su poema mirando a la distancia desde la veranda de este bungalow de "El Velero" donde trabajo; al fin y al cabo León, la ciudad del poeta, está muy cerca de aquí. Pero nada de esto existía en su tiempo, salvo el vasto cristal azogado lamiendo las playas de arena cobriza.
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Rayuela de Julio Cortázar
— Vi la rayuela al entrar, había una piedrita... Jugué y me fui. —Perdiste en la tercera casilla. A la Maga le hubiera pasado lo mismo, es incapaz de perseverar, no tiene el menor sentido de las distancias, el tiempo se le hace trizas en las manos, anda a los tropezones con el mundo. |
Rayuela de Julio Cortázar
Pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso, adelantándose solapados a la cosa en sí, al presente puro. |
Rayuela de Julio Cortázar
Seamos serios, Horacio, antes de enderezarnos muy de a poco y apuntar hacia la calle, preguntémonos con el alma en la punta de la mano (¿la punta de la mano?) En la palma de la lengua, che, o algo así.
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Rayuela de Julio Cortázar
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
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Rayuela de Julio Cortázar
Porque fuiste siempre un espejo terrible, una espantosa máquina de repeticiones, y lo que llamamos amarnos fue quizá que yo estaba de pie delante de vos, con una flor amarilla en la mano, y vos sostenías dos velas verdes y el tiempo soplaba contra nuestras caras una lenta lluvia de renuncias y despedidas y tickets de metro. Un mundo donde te movías como un caballo de ajedrez que se moviera como una torre que se moviera como un alfil. |
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Fantomas contra los vampiros multinacionales. Una utopía realizable narrada por Julio Cortázar. de Julio Cortázar
El error es tener delante de las narices cosas como la realidad de todos los dias, y esperar a que sea otro quien haga el primer movimiento
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Rayuela de Julio Cortázar
Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella.
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Rayuela de Julio Cortázar
Tal vez el amor fuera el enriquecimiento más alto, un dador de ser, pero solo malográndolo se podía evitar su efecto bumerang, dejarlo correr al olvido y sostenerse otra vez solo, en ese nuevo peldaño de realidad abierta y porosa.
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Rayuela de Julio Cortázar
Así es como alguien sin saberlo llega a mostrarte irrefutablemente un camino que por su parte sería incapaz de seguir.
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Rayuela de Julio Cortázar
Vos tendés a moverte en el continuo, como dicen los físicos, mientras que yo soy sumamente sensible a la discontinuidad vertiginosa de la existencia.
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Prosa del observatorio de Julio Cortázar
Esa hora que puede llegar alguna vez fuera de toda hora, agujero en la red del tiempo, esa manera de estar entre, no por encima o detrás sino entre, esa hora orificio a la que se accede al socaire de las otras horas, de la incontable vida con sus horas de frente y de lado, su tiempo para cada cosa, sus cosas en el preciso tiempo, estar en una pieza de hotel o de un andén, estar mirando una vitrina, un perro, acaso teniéndote en los brazos, amor de siesta o duermevela, entreviendo en esa mancha clara la puerta que se abre a la terraza, en una ráfaga verde la blusa que te quitaste para darme la leve sal que tiembla en tus senos...
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¿Quién escribió la saga?