Nicaragua tan violentamente dulce de Julio Cortázar
El mar, como un vasto cristal azogado... Me gusta imaginar que Darío pudo escribir su poema mirando a la distancia desde la veranda de este bungalow de "El Velero" donde trabajo; al fin y al cabo León, la ciudad del poeta, está muy cerca de aquí. Pero nada de esto existía en su tiempo, salvo el vasto cristal azogado lamiendo las playas de arena cobriza.
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