Blackmoore de Julianne Donaldson
Yo no era más que algo defectuoso que nunca debería haber soñado con tener alas. Lo cierto era que nadie vendría a abrir mi jaula y que había sido una tonta al pensar que algún día lograría huir de ella.
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Blackmoore de Julianne Donaldson
Yo no era más que algo defectuoso que nunca debería haber soñado con tener alas. Lo cierto era que nadie vendría a abrir mi jaula y que había sido una tonta al pensar que algún día lograría huir de ella.
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Blackmoore de Julianne Donaldson
Tú has sido la única sorpresa de mi vida, Kate. Y tengo miedo... Tengo mucho miedo... De que una vez que te haya ido, nada vuelva a sorprenderme.
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Blackmoore de Julianne Donaldson
Es una debilidad del corazón humano creer que algo que empieza con pasión puede durar. La pasión es un fuego que lo consume todo su paso. Es ilógica e irrazonable. El amor es la perdición de los hombres y la reina de las mujeres, una jaula de la que nadie puede escapar una vez que ha entrado.
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Blackmoore de Julianne Donaldson
El amor es, en efecto, una enfermedad que hace estragos, que destruye todo su paso. Estoy siendo muy sensata al rehuirlo, del mismo modo que actuaría de forma sensata al evitar una plaga.
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Blackmoore de Julianne Donaldson
No soy capaz de mirar a un pájaro sin pensar en ti. Me pregunto qué harás con tus alas cuando al fin las consigas. Me pregunto cuán lejos te llevarán. Y temo ese momento, por mi propio bien, al mismo tiempo que rezo por él, por el tuyo.
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Edenbrooke de Julianne Donaldson
Cuando la miro a los ojos, pierdo la noción del tiempo y del espacio. Se me nubla la razón, mi juicio desaparece y me pierdo en el paraíso que hallo en su mirada.
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Edenbrooke de Julianne Donaldson
Anhelo acariciar sus ruborizadas mejillas y susurrarle al oído cuánto la adoro, hasta qué punto me ha robado el corazón y lo imposible que se me antoja la idea de vivir sin usted.
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Edenbrooke de Julianne Donaldson
«Yo siempre hablo en serio cuando se trata de asuntos del corazón».
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Edenbrooke de Julianne Donaldson
Estar tan cerca y no poder tocarla resulta una agonía. Su ceguera frente a mis sentimientos es un tormento diario y el amor que siento me está llevando al borde de la locura.
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Edenbrooke de Julianne Donaldson
Siempre me gustó eso de ella. Nunca me regañaba cuando había alguien delante para ser testigo de mi vergüenza.
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El heredero de Edenbrooke de Julianne Donaldson
Mi corazón había despertado en un amanecer luminoso e inesperado. Sonreí durante todo el camino a casa.
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Edenbrooke de Julianne Donaldson
La gente perdía demasiado tiempo anhelando cosas que nunca podrían ser suyas y decidí que lo mejor era aprovechar la felicidad que se nos brindaba.
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Edenbrooke de Julianne Donaldson
—¡Se pone tan adorable cuando me insulta! Di media vuelta con brusquedad y me encaminé hacia los caballos. ¡Qué hombre tan escandaloso, poco decoroso y odioso! Nunca me dejaría tranquila; nunca se conformaría con ser solo mi amigo; ¡y siempre me haría sentir infantil y azorada con su coqueteo infernal! Me sentía alterada u avergonzada por un millón de razones, entre ellas el haber pensado en besar a aquel hombre escandaloso, poco decoroso y odioso. |
Edenbrooke de Julianne Donaldson
—Prometo no amarla por compasión —murmuró. Me ruboricé ante la idea de pronunciar las palabras «prometo» y «amar» en una misma frase… dirigida a Philip. Sin embargo, tenía que devolverle la promesa o estaría siendo muy descortés. —Y yo prometo no amarle por su fortuna. |
Edenbrooke de Julianne Donaldson
—No creo haber conocido a ninguna dama como usted, señorita Marianne Daventry, y lamentaría muchísimo olvidar un solo detalle de esta noche. Me quedé sin respiración y el rubor se extendió por mi rostro hasta las orejas. Supe en ese instante, en lo más profundo de mi ser, que yo no era rival para aquel hombre, ni con mis jueguecitos, ni con mi confianza, ni con mi ingenio. (…) |
Edenbrooke de Julianne Donaldson
Cecily era el sol y yo la luna. A pesar de ser mellizas, no nos parecíamos más que dos hermanas corrientes. Muy pronto se había hecho evidente que Cecily había recibido más belleza de la que le correspondía en el reparto, por lo que también era mayor la atención que recibía. Por mi parte, aunque a veces deseara brillar con luz propia, estaba acostumbrada a que mi papel fuera reflejar la luz de mi hermana. Había crecido eclipsada por su resplandor y aunque mi tenuidad no me entusiasmaba, al menos sabía cómo desempeñar mi papel y cómo dejar que Cecily brillara. En definitiva, conocía cuál era mi lugar dentro del mundo.
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Blackmoore de Julianne Donaldson
"𝙽𝚘 𝚜𝚘𝚢 𝚌𝚊𝚙𝚊𝚣 𝚍𝚎 𝚖𝚒𝚛𝚊𝚛 𝚊 𝚞𝚗 𝚙á𝚓𝚊𝚛𝚘 𝚜𝚒𝚗 𝚙𝚎𝚗𝚜𝚊𝚛 𝚎𝚗 𝚝𝚒. 𝙼𝚎 𝚙𝚛𝚎𝚐𝚞𝚗𝚝𝚘 𝚚𝚞é 𝚑𝚊𝚛á𝚜 𝚌𝚘𝚗 𝚝𝚞𝚜 𝚊𝚕𝚊𝚜 𝚌𝚞𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝚏𝚒𝚗 𝚕𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚗𝚜𝚒𝚐𝚊𝚜. 𝙼𝚎 𝚙𝚛𝚎𝚐𝚞𝚗𝚝𝚘 𝚌𝚞á𝚗 𝚕𝚎𝚓𝚘𝚜 𝚝𝚎 𝚕𝚕𝚎𝚟𝚊𝚛á𝚗. 𝚈 𝚝𝚎𝚖𝚘 𝚎𝚜𝚎 𝚖𝚘𝚖𝚎𝚗𝚝𝚘, 𝚙𝚘𝚛 𝚖𝚒 𝚙𝚛𝚘𝚙𝚒𝚘 𝚋𝚒𝚎𝚗, 𝚊𝚕 𝚖𝚒𝚜𝚖𝚘 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚛𝚎𝚣𝚘 𝚙𝚘𝚛 é𝚕, 𝚙𝚘𝚛 𝚎𝚕 𝚝𝚞𝚢𝚘. "
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Blackmoore de Julianne Donaldson
(…) extendí los brazos y me abandoné en los suyos. Era como llegar a casa, a la casa más segura que jamás hubiera conocido y que jamás conocería. (…)
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Blackmoore de Julianne Donaldson
(…) Ahora ya no nada que puedas arrebatarme, excepto mi corazón, pero de ese pecado hace mucho tiempo que eres culpable.
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Blackmoore de Julianne Donaldson
(…) Cuando pienso en lo atrapada que estoy, en lo que todos esperan de mí, en lo que me está permitido hacer y en lo que no, o en el poco poder que tengo o que tendré jamás por el hecho de haber nacido mujer…, siento como si un millón de alas batieran en mi interior con tanta fuerza que me sobreviene un intenso dolor.
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