Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
Nos dejaron en casa para protegernos de la contaminación de la tragedia.
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Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
Nos dejaron en casa para protegernos de la contaminación de la tragedia.
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Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
La señora Beards envió una cita de Walt Whitman que después correría de boca en boca: "todo sigue, todo huye, nada se hunde y morir es diferente de lo que todos suponen, y más feliz".
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Middlesex de Jeffrey Eugenides
Los griegos nos casamos en círculo, para que se nos queden grabados los elementos esenciales del matrimonio: para ser feliz hay que encontrar variedad en la repetición; para avanzar hay que volver a donde se ha empezado.
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La trama nupcial de Jeffrey Eugenides
Hay algunos libros que llegaron a través del ruido de la vida para agarrarte por el cuello y hablar solo de las cosas más verdaderas.
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Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
Supimos, finalmente, que las hermanas Lisbon eran en realidad mujeres disfrazadas de niñas, que sabían del amor e incluso de la muerte.
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Middlesex de Jeffrey Eugenides
Vivo mi propia vida y cuido mis propias heridas. No es la mejor manera de vivir. Pero así soy yo.
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Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
Sobre el tejado de los Lisbon siempre había una nube, hecho que no tenía más explicación que la psíquica: la casa estaba en sombras porque así lo quería la señora Lisbon.
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Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
Borrachas, besándonos o medio derribadas en las sillas, su destino era la universidad, el marido, el cuidado de los hijos, la infelicidad atisbada confusamente. En otras palabras: su destino era la vida.
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Middlesex de Jeffrey Eugenides
Si yo fuera andando por la calle y encontrara un abrigo de visón , seguramente lo cogería . ¡ Zoe ! ¡ Eso es robar ! Bueno , y que no lo es , sí te pones a pensar . Todo este país es robado . |
Middlesex de Jeffrey Eugenides
Los industriales han encontrado por in el remedio contra el estancamiento de la economía : la guerra .
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Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
El capitalismo ha tenido como resultado un bienestar material, pero también una bancarrota espiritual.
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Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
Siempre resulta que la vieja loca que encuentras todos los días en el ascensor está perfectamente cuerda cuando decides hablar con ella.
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Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
—Nosotros los griegos somos gente taciturna. Para nosotros el suicidio tiene sentido. Pero poner luces de Navidad después de que tu hija se ha suicidado, eso sí que no tiene sentido. Lo que mi yia yia no llegó a entender jamás de este país es por qué la gente se empeña en ser constantemente feliz.
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Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
-¿Qué haces aquí guapa? Si todavía no tienes edad para saber lo mala que es la vida… Fue entonces cuando Cecilia dijo en voz alta lo que habría podido considerarse su nota póstuma, aunque en este caso totalmente inútil porque seguía con vida. -Está muy claro doctor, que usted nunca ha sido una niña de trece años. |
Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
Supimos de la rabia que da que el viento de invierno te levante la falda y que las rodillas acaban doliéndote a fuerza de mantenerlas apretadas en clase y de lo fastidioso y cargante que resulta tener que saltar a la comba cuando los chicos juegan a béisbol. Nunca llegamos a entender por qué a las chicas les preocupaba tanto hacerse mayores ni por qué se sentían obligadas a dedicarse cumplidos, pero a veces, cuando uno de nosotros había leído en voz alta una larga parte del diario, debíamos reprimir la necesidad de echarnos los unos en brazos de los otros o de decirnos que estábamos guapísimos. Supimos de esa cárcel que es ser chica, de los impulsos y sueños que genera y por qué acaban sabiendo qué colores combinan y cuáles no.
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Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
Se habían matado por nuestros bosques moribundos, por los manatíes que mutilaban las hélices cuando se asomaban al agua para beber de las mangueras de los jardines, por montañas de neumáticos viejos más altas que las pirámides. Se habían matado por la imposibilidad de encontrar un amor que ninguno de nosotros ha encontrado jamás. Al final, la tortura que había destrozado a las hermanas Lisbon indicaba una renuncia razonada a aceptar el mundo tal como se les concedía, tan lleno de defectos.
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Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
-La amo. Y cada vez que lo decía parecía desprenderse de una cosa tan profunda que lo llenaba de estupor, como si acabara de soltar una perla. |
¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?