Orgullo y prejuicio de Jane Austen
Usted no podría hacerme feliz a mí, y estoy convencida de que yo soy la última mujer del mundo que podría hacerlo feliz a usted.
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Orgullo y prejuicio de Jane Austen
Usted no podría hacerme feliz a mí, y estoy convencida de que yo soy la última mujer del mundo que podría hacerlo feliz a usted.
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Orgullo y prejuicio de Jane Austen
Él siempre había podido gozar de sosiego y tranquilidad en su biblioteca, y aunque, según decía Elizabeth, estaba preparado para encontrarse locuras y vanidades en todas las demás habitaciones de la casa, acostumbraba a estar libre de ellas allí.
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Orgullo y prejuicio de Jane Austen
Cuando tenga casa propia, me sentiré desgraciada si no tengo una biblioteca excelente
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Orgullo y prejuicio de Jane Austen
Es una verdad reconocida universalmente que a todo hombre soltero que posee una gran fortuna le hace falta una esposa
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Emma de Jane Austen
La había hecho enamorarse a fuerza de hablar, pero ¡ay!, no era tan fácil de desenamorar a fuerza de hablar.
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Orgullo y prejuicio de Jane Austen
Mis afectos y deseos no han cambiado, pero una palabra suya me silenciara para siempre
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Orgullo y prejuicio de Jane Austen
En vano he luchado. No quiero hacerlo más. Mis sentimientos no pueden contenerse. Permítame usted que le manifieste cuan ardientemente la admiro y la amo.
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Sentido y sensibilidad de Jane Austen
No creo que ninguna de mis hijas vaya a incomodar al señor Willoughby con intentos de atraparlo. No es una ocupación para la que hayan sido criadas. Los hombres están muy a salvo con nosotras, sin importar cuán ricos sean.
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Amor y amistad de Jane Austen
¿que son la juventud y la belleza, después de todo? Estas cosas no son más que pobres sustitutos del verdadero valor y del verdadero mérito.
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Emma de Jane Austen
Si sentimos por los desgraciados lo suficiente como para hacer todo lo que podamos por ellos, lo demás es compasión vacía, que no hace más que trastornarnos a nosotros mismos.
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Emma de Jane Austen
pues una renta muy estrecha tiene tendencia a estrechar el ánimo y a agriar el carácter.
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Emma de Jane Austen
y es solo la pobreza lo que hace despreciable la soltería a un público generoso. Una mujer sola, con una renta muy estrecha, debe de ser una solterona ridícula, desagradable; la burla apropiada de niños y niñas; pero una mujer sola con buena fortuna siempre es respetable, y puede ser tan sensata y agradable como cualquier otra.
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Emma de Jane Austen
si yo creyera que alguna vez fuera a ser como la señorita Bates, tan tonta, tan satisfecha de sí misma, tan sonriente, tan aburrida, tan sin distinción y tan poco exigente, y tan capaz de contar todos los asuntos de todos sobre mí, me casaría mañana.
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Emma de Jane Austen
Esta es una alianza, Harriet, de la que nunca tendremos que avergonzarnos ninguna de las dos.
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Emma de Jane Austen
¡Bah! ¡El agudo ingenio de Harriet! Mejor que mejor. Un hombre tiene que estar muy enamorado para describirla así.
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Emma de Jane Austen
-¡Ah, claro! -exclamó Emma-, siempre es incomprensible para un hombre que una mujer rehúse alguna vez una oferta de matrimonio. Un hombre siempre se imagina que una mujer siempre está preparada para cualquiera que la pida.
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Emma de Jane Austen
Una mujer no tiene que casarse con un hombre simplemente porque se lo pida, o porque él la quiera
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Jane Austen (16 de diciembre de 1775-18 de julio de 1817) fue una novelista británica que vivió durante la