Emma de Jane Austen
y es solo la pobreza lo que hace despreciable la soltería a un público generoso. Una mujer sola, con una renta muy estrecha, debe de ser una solterona ridícula, desagradable; la burla apropiada de niños y niñas; pero una mujer sola con buena fortuna siempre es respetable, y puede ser tan sensata y agradable como cualquier otra.
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