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Calificación promedio: 5 (sobre 74 calificaciones)
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EL AJEDRECISTA de Esteban Navarro
Cuando está seguro de que ella ha salido del piso, baja corriendo al trastero sin perder un minuto. Nada más abrir la puerta dirige su mano a la zona de la estantería donde sabe que está el libro. Lo agarra con cuidado para que no vuelva a caerse y se fija, esta vez sí, en el título: «Joueur d’échecs». —El Joueur d’échecs de los cojones —protesta. Consulta en el teléfono móvil el significado. El traductor le devuelve el resultado como ‘Ajedrecista’. |
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VERDUGOS de Esteban Navarro
La guerra hace enemigos. Y los enemigos hechos durante las guerras se cobran la venganza en tiempos de paz.
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VERDUGOS de Esteban Navarro
—Me ha llamado. ¿Que quería? —Nada. Solo necesitaba hablar y decirle a alguien joven como tú que todo esto es una enorme mierda. |
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EL AJEDRECISTA de Esteban Navarro
La gente poderosa se cubre entre ellos y se tapan cualquier fechoría. Una denuncia contra él no hubiera llegado muy lejos.
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El apagón de Esteban Navarro
Es posible que el apagón no sea una maldición, sino que sea una bendición. Que el apagón suponga la salvación de un mundo devorado por la tecnología. Un toque de atención que nos haga ver que de no modificar nuestro comportamiento en el mundo, todo tal y como lo conocemos llega a su fin.
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EL AJEDRECISTA de Esteban Navarro
Barrio de silencios. Nadie ve, nadie escucha, nadie habla. Y si lo hacen , es para mentir.
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VERDUGOS de Esteban Navarro
Los que mandan son los que deciden que está bien o que está mal. Nosotros nos limitamos a seguirles el juego y acatar las órdenes. Ellos apuntan al objetivo y nosotros disparamos.
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NATASHA de Esteban Navarro
Desde que nos conocimos nunca me había dejado traspasar ese último tramo que había desde la esquina donde me daba un beso hasta la puerta de su casa. Yo nunca le dije nada, ni insistí. Alguna poderosa razón tendría para no querer mostrarme el lugar donde vivía, pero nuestro trayecto siempre acababa allí, en el mismo lugar. Ella se introducía en la oscuridad mientras el brillo de sus piernas se iba difuminando hasta que desaparecía.
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Los crímenes del abecedario de Esteban Navarro
Antes la gente no tenía Internet en sus casas porque era muy caro y se conectaban en los cibercafés, pero ahora están prácticamente vacíos.
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¿Qué escritor encontraba en el desorden y la forma más incómoda de escribir la inspiración?