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Desde el infierno II de Enrique Laso
Nos enfrentamos a un ser maligno que tratará de confundirnos y, si está en la medida de sus posibilidades, de arrebatarnos el alma.
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Desde el infierno II de Enrique Laso
Elena ya no pudo conciliar el sueño. El efecto de los tranquilizantes se había disipado nada más escuchar la voz de Carlos que le suplicaba a través de su pequeña radio.
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Desde el infierno de Enrique Laso
La sensación de pérdida era tan acentuada que en ocasiones se miraba a sí mismo en el espejo y apenas se reconocía.
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Desde el infierno de Enrique Laso
Y así entretenía su mente, intentando que el tiempo transcurriera veloz, en busca de no sabía exactamente qué.
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Crímenes diabólicos de Enrique Laso
En los últimos días había asistido, incrédulo, a algunas escenas tan sobrecogedoras como asombrosas. Desde levitación o movimiento de objetos a distancia, hasta contorsiones imposibles para un cuerpo humano o escuchar hablar en lenguas ininteligibles, posiblemente muertas, que él consideró podía tratarse de arameo o de hebreo antiguo, aunque eran especulaciones sin fundamento.
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Mirada infinita de Enrique Laso
Diez años son demasiados años. Sin embargo, los remordimientos, el dolor y la culpa no conocen del paso del tiempo, y hacen que cualquier hecho, por lejano que se encuentre, esté tan presente en la memoria como lo vivido sólo hace unos segundos.
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Mirada infinita de Enrique Laso
—No lo sé. Imagino que por rabia. Voy muchas veces al campus a pasear y nadie me hace caso. No es la primera vez que siento ganas de matar a algún estudiante.
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Cual es el nombre completo de Dumbeldore?