Bagheria de Dacia Maraini
¿Cómo olvidar el resplandor siniestro de aquellas explosiones? La noche iluminada por globos de luz cegadora que descendían lentamente, lentamente, como si no supieran en realidad si ir hacia arriba o hacia abajo. Pero los aviones sabían bien qué hacer con aquella luz suspendida que les servía para los reconocimientos nocturnos y los bombardeos a las horas en que todos dormían. El silbido de las bombas desgarraba el aire. Y después, un eco sordo lejano. Había aprendido a distinguir las bombas peligrosas de las mas inocuas. |