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Voces de Dacia Maraini
Estoy ávida de voces, sean leves o pesadas, oscuras o claras, las amo por su extraordinaria capacidad de hacerse cuerpo. Yo me enamoro de una voz antes que de una persona.
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Voces de Dacia Maraini
Estoy ávida de voces, sean leves o pesadas, oscuras o claras, las amo por su extraordinaria capacidad de hacerse cuerpo. Yo me enamoro de una voz antes que de una persona.
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Cuerpo feliz: Mujeres, revoluciones y un hijo perdido de Dacia Maraini
Me preguntas qué quiero decir con cuerpo feliz. Pues un cuerpo fértil, capaz de parir hijos, pero también de tener pensamientos y deseos, proyectos y sueños. (...) Un cuerpo capaz de ser feliz y de dar felicidad.
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La larga vida de Marianna Ucrìa de Dacia Maraini
Durante tantos años de matrimonio había creído que el cuerpo del hombre estaba hecho para dar tormento. Y se había rendido a ese tormento como a la "maldición de Dios", un deber que toda mujer " de sentimiento" no puede dejar de aceptar aunque sea tragando bilis. ¿No había tragado bilis también nuestro Señor en el huerto de Getsemaní? ¿No había muerto en la cruz sin una palabra de reproche? ¿Qué era la pequeñez de un dolor en la cama frente a los sufrimientos de Cristo?
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Memorias de una ladrona de Dacia Maraini
A mí tener casa me trae el gafe, es mejor que no vuelva a tener una. En cuanto tenía casa, llegaban las amigas envidiosas y celosas diciendo, ¡qué bonito esto!, ¡qué bonito lo otro! ¿Dónde te los has comprado? Y me echaban el mal de ojo, con su envidia, me destruían.
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La larga vida de Marianna Ucrìa de Dacia Maraini
Son siempre las mismas mujeres de inteligencia abandonada a la pereza en los patios de las delicadas cabezas peinadas con arte parisino. De madre a hija, de hija a nieta, siempre atareadas en dar vueltas en torno a los problemas que acarrean los hijos, los maridos, los amantes, los sirvientes, los amigos, y en inventar nuevas argucias para no ser aplastadas por ellos. Sus hombres tienen otras preocupaciones, otros júbilos, distintos y paralelos.
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Los años rotos de Dacia Maraini
Cuando se ponía la bata de casa, al llegar del trabajo, su cuerpo se desplomaba sobre sí mismo. Perdidas las formas y la firmeza, se plegaba en la silla como un saco medio vacío.
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Los años rotos de Dacia Maraini
Me pareció verme a mí misma en su lugar, con un hombre sentado en el sitio de papá y una cocina idéntica a esta, con los mismos olores y los mismos gestos. Me sentí consternada.
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Diálogo De Una Prostituta Con Su Cliente: 18 de Dacia Maraini
Yo no hago el teatrillo. Yo vendo mi coño y basta.
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Cuerpo feliz: Mujeres, revoluciones y un hijo perdido de Dacia Maraini
Las mujeres aún no han aprendido a contar su propia historia, a reivindicar su punto de vista, sus propias batallas, sus propias conquistas, sus propios sueños, sus propias verdades. Pero antes o después lo conseguirán. Y eso las hará sentirse orgullosas de su propio sexo.
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La larga vida de Marianna Ucrìa de Dacia Maraini
Salir de un libro es como salirse de lo mejor de sí misma. Pas ar de las arcadas tiernas u airosas de la mente a las groserías de un cuerpo mendigo que siempre está buscando algo equivale, comoquiera que sea, a una rendición. |
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Isolina: La mujer descuartizada de Dacia Maraini
La cuestión es que cualquiera que se pusiera de parte de Isolina quedaba inmediatamente como una furcia, y ya se sabe cuánto contaba entonces la reputación de una mujer.
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Los años rotos de Dacia Maraini
[“Eres una niña. Se nota que estás enamorada. Y por mucho que yo te hable de él con sinceridad, eso no cambiará lo que sientes. Es así, lo sé. Las experiencias de los demás nunca sirven para nada. Solo más adelante, cuando lo veas con la mirada lúcida, comprenderás lo que es.”]
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Gregorio Samsa es un ...