![]() |
Lo raro es vivir de Carmen Martín Gaite
No me había preguntado si tenía prisa, así que la dejé de tener. De repente era un consuelo estar con alguien que no me trataba con guantes ni me me miraba con cara de pésame como últimamente mis compañeros de trabajo, alguien a quien podía confesarle que estaba harta de madrugar para ir todos los días al mismo sitio, con quien podía elegir liarme a hablar de todo o no decir nada, la igual, los rizofitas tampoco se caracterizan por escuchar intensamente, y a veces eso alivia.
|