Una Navidad de cuento de Carmen Amil
–¡Por una Navidad de cuento! –¡Y por todas las que están por venir! |
Una Navidad de cuento de Carmen Amil
–¡Por una Navidad de cuento! –¡Y por todas las que están por venir! |
Una Navidad de cuento de Carmen Amil
–Creo que yo me he enamorado de tu capacidad para hacer que los demás vuelvan a creer en la magia.
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Una Navidad de cuento de Carmen Amil
–Como alcaldesa, como vecina y... como madre, os prometo que, de ahora en adelante, celebraré la Navidad en el fondo de mi corazón, y me esforzaré en conservar su culto. –Lo último es de Dickens –matiza Sole, al lado de Ángel. |
Una Navidad de cuento de Carmen Amil
–Nunca pensé que viviría para ver esto –dice Sole. –Dramática como ella sola. |
Una Navidad de cuento de Carmen Amil
–Te escucho pensar desde mi cabeza. –Me ha dado una crisis existencial. |
Una Navidad de cuento de Carmen Amil
No odia la Navidad. Es que, desde que era una niña muy pequeña, nadie ha sabido disfrutarla con ella.
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Una Navidad de cuento de Carmen Amil
–Mi abuelo siempre me compraba castañas cuando era pequeña. Entonces, el recuerdo de una conversación con ella me atraviesa. Y lo comprendo. No es que mi madre sea el Grinch. Es que, desde que su abuelo murió, nadie celebró la Navidad con ella. Sus padres trabajaban y viajaban mucho, y no distinguían un día de otro. |
10 días para navidad de Carmen Amil
Los silencios solo son incomodos cuando uno se empeña en que lo sean. Si no, son un buen momento para disfrutar de la música , del paisaje o de la compañía del otro.
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La melodía de Diana de Carmen Amil
Sí, como un terremoto. Quiero hacer temblar los cimientos de toda tu existencia.
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La melodía de Diana de Carmen Amil
Noté sus dedos en mi pelo. No era nada sexual. Era ternura. Era cariño del que duele cuando te falta en casa. Eran sus dedos paseando por los mechones de mi pelo enredado. Era una caricia casi demasiado suave, de esas que apenas se notan pero que revuelven por dentro.
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La melodía de Diana de Carmen Amil
A veces la amistad se reduce a quedarse como un mero espectador de la vida de tus amigas, deseando con todas tus fuerzas que todo les salga bien, pero quedándote cerca por si en algún momento se caen y necesitan una mano para volver a levantarse.
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La melodía de Diana de Carmen Amil
No dejes que los demás te digan en qué eres buena. No deberías dejar de hacer algo que te gusta solo porque la sociedad no te valora. No seas cobarde.
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10 días para Año Nuevo de Carmen Amil
Eli, era, como un día dijo Desmond Hume, mi única constante cuando todo iba mal
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La melodía de Diana de Carmen Amil
A veces la amistad se reduce a quedarse como un mero espectador de la vida de tus amigas, deseando con todas tus fuerzas que todo les salga bien, pero quedándote cerca por si en algún momento se caen y necesitan tu mano para volver a levantarse.
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10 días para Año Nuevo de Carmen Amil
–Estás preciosa de cualquier forma –le dije yo, con más intensidad de la que pretendía. Ella me miró con ternura, como si lo hubiera dicho por quedar bien. Pero era cierto. En lo que a mí respecta, Eli podría ponerse una bolsa de basura en la cabeza y la hubiera visto igual de bonita. Ay, señor, qué empalague tenía encima. |
10 días para Año Nuevo de Carmen Amil
Creí que me volvía loco. Lo juro. Sentía impulsos casi animales, instintos que me gritaban que me acercara a ella con cualquier excusa. Cada vez que me alejaba, me dolía. Y cuando volvía a su lado, me daba por reírme por cualquier tontería, porque sentía un alivio casi físico. No sé cómo había llegado a ese punto. No sabía si había sido el paso de los días, conocerla mejor, pasar tiempo con ella, o los planes que preparé para que se olvidara de su ex, pero aquel día pensé que iba a perder la cabeza. No podía dejar de mirarla. Me había vuelto a convertir en un adolescente y lo cierto es que, aunque yo creí que disimulaba bastante bien, recibí varios codazos por parte de Jaime. –Por dios, Caleb, disimula un poco, que parece que lleves un mes sin comer y te hayan puesto delante un pastel de chocolate. |
¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?