Ramsés El maldito de Anne Rice
Los pensamientos en sí nunca son un problema, Alex. Son los actos que pueden inspirar.
|
Ramsés El maldito de Anne Rice
Los pensamientos en sí nunca son un problema, Alex. Son los actos que pueden inspirar.
|
Lestat el vampiro de Anne Rice
Viejas verdades y magias antiguas, revoluciones e inventos, todo conspira para distraernos de la pasión que, de un modo u otro, nos vence a todos. Y, cansados por fin de esta complejidad, soñamos con el tiempo lejano en que nos sentábamos en el regazo de nuestra madre y cada beso era la consumación perfecta del deseo.
|
La comunidad de la sangre de Anne Rice
La historia que voy a contaros tiene poco o nada que ver con el mundo moderno. Es un cuento tan antiguo como el género mismo, sobre la lucha de los individuos para encontrar y defender su lugar en un universo atemporal, junto a todos los demás hijos de la tierra y del sol y de la luna y de las estrellas.
|
La comunidad de la sangre de Anne Rice
Pero una vez más, ha llegado el momento de que me dirija a vosotros de manera íntima y le dé forma a esta narrativa a mi manera inimitable e informal, mientras trato de relatar todo lo que creo que deberíais saber. Y lo primero que debo deciros es que ahora escribo para vosotros, para mis compañeros bebedores de sangre, los miembros de la Comunidad de la Sangre, y para nadie más. |
La comunidad de la sangre de Anne Rice
Sí, soy esa persona, sin duda, quizá el único vampiro conocido por su nombre y su aspecto por casi todos los bebedores de sangre del planeta.
|
La momia o Ramsés el maldito de Anne Rice
Quizá soñé que algún día despertaría en un nuevo mundo, en el que habría personas más sabias. Quizá soñé que encontraría a alguien... que aceptara el desafío.
|
Armand el vampiro de Anne Rice
«No sé nada por que sé demasiado,no comprendo muchas cosas y jamás las comprenderé. Pero tú me enseñaste más que todos los seres que he conocido, que el amor es necesario, tan necesario como la lluvia y las flores y los árboles, como la comida para el niño hambriento, y la sangre para los depredadores y carroñeros que somos los de nuestra especie. Necesitamos el amor, y sólo el amor puede hacernos olvidar y perdonar todas las salvajadas»
|
Armand el vampiro de Anne Rice
¡Qué dulce pensar en ello!, saber que cuando nos cansemos de este mundo siempre existe el sol.
|
Ramsés El maldito de Anne Rice
¿Cómo soportar más tiempo esta carga? ¿Cómo seguir padeciendo esta soledad? Sin embargo, no puedo morir. Sus venenos no pueden hacerme daño. Mantienen mi elixir a salvo para que todavía pueda soñar con otras reinas, justas y prudentes, que compartan los siglos conmigo.
|
Ramsés El maldito de Anne Rice
Ay, fatídico momento ahora enterrado en el tiempo, cuando de manos de una sacerdotisa hitita tomé el elixir maldito. A sus advertencias hice caso omiso. Ansiaba la inmortalidad. De modo que bebí la poción de la copa a rebosar...
|
La momia o Ramsés el maldito de Anne Rice
Cuidado: Mi sueño es como el sueño de la tierra bajo el cielo nocturno o bajo la nieve del invierno; si se me despierta, yo no seré servidor de mortal alguno.
|
La momia o Ramsés el maldito de Anne Rice
Ramsés el Maldito es mi nombre. En otro tiempo Ramsés el Grande, rey del Alto y el Bajo Egipto; azote de los hititas, constructor de mil templos; adorado por su pueblo; y guardián inmortal de los reyes y reinas de Egipto a lo largo de los siglos. En el año de la muerte de la gran reina Cleopatra, al convertirse Egipto en provincia romana, me entrego a la oscuridad eterna; cuidaos de mí si dejáis que los rayos del sol crucen esta puerta
|
Entrevista con el vampiro de Anne Rice
¿Qué significa morir cuando puedes vivir hasta el fin del mundo?
|
Entrevista con el vampiro de Anne Rice
El conflicto estalla entre la moral del artista y la moral de la sociedad, no entre la estética y la moral. Pero a menudo esto no es comprendido; y entonces aparece la pérdida, la tragedia.
|
Entrevista con el vampiro de Anne Rice
La gente que deja de creer en Dios o en la bondad, sigue creyendo en el demonio. No sé por qué. El mal siempre es posible. Y la bondad es eternamente difícil. Pero debes de comprender, la posesión en realidad es otra manera de decir que alguien está loco.
|
El Príncipe Lestat y los reinos de la Atlántida de Anne Rice
- En un cuerpo - dijo la Voz - En un cerebro. En un alma. - Salió de él un suspiro. Un largo y angustiado suspiro. - No me temas. No temas mi sufrimiento, mis gritos, mi poder frenético. Ayúdame. Ayúdame, te li suplico. Tú eres mi redentor. Sácame de la tumba.
|
El don del lobo de Anne Rice
Reuben siguió acercándose y volvió a cantar la estrofa. Ahora estaba justo en el centro de la fuerte luz de la linterna. Y, pese a todo, ella seguía tan quieta como antes. Parecía presa de la curiosidad, fascinada. Reuben se acercó hasta el pie de los pequeños escalones. Tenía el pelo gris, en realidad, aunque prematuramente gris tal vez, porque su rostro era fino como una máscara de porcelana. Tenía los ojos de un azul gélido. Estaba fascinada, sin duda, inalterable, como sumida en su contemplación. ¿Y qué veía aquella mujer? ¿Veía cómo él también la miraba con la misma curiosidad, con la misma fascinación? En lo más profundo de sus entrañas, creció un deseo, cuya intensidad le sorprendió. La deseaba cada vez más. ¿Veía ella ese deseo? ¿Podía verlo? El hecho de ir desnudo, incapaz de ocultar su deseo, le excitaba todavía más, le daba fuerzas, le envalentonaba. Jamás había sentido un deseo igual. |
El don del lobo de Anne Rice
—No causaré ningún daño a Laura —aclaró—. Laura no me ha pedido que le transmita el don. —¿El don? ¿Llamas a esto un don? Mira, soy un hombre imaginativo, siempre lo he sido. Puedo imaginar la libertad, el poder… —No, no puedes imaginarlo. Nunca lo harás. Te niegas. —De acuerdo, entonces sé que no puedo imaginar ni la libertad ni el poder y que deben ser más seductores de lo que pueda suponer en mis sueños más febriles. —Empiezas a entenderlo. Sueños febriles. ¿Alguna vez has deseado torturar a alguien que te ha hecho daño y que sufra por lo que te hizo? Yo hice pasar esa agonía a los secuestradores, y también a otros. |
Entrevista con el vampiro de Anne Rice
Mi naturaleza de vampiro ha sido la mayor aventura de mi vida.
|
Sangre y Oro. Crónicas vampíricas VIII de Anne Rice
Me temes porque no sabes cómo soy. Tengo aspecto de mujer, me expreso como un hombre y tu razón te dice que la suma total es imposible.
|
¿Quién es el protagonista de la historia?