Desértica de Alba Quintas Garciandia
Ya solo quedaba el eco de lo desértico. La sed del mismo suelo. La tierra se había secado, y sin embargo… a él las palabras no le habían abandonado.
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Desértica de Alba Quintas Garciandia
Ya solo quedaba el eco de lo desértico. La sed del mismo suelo. La tierra se había secado, y sin embargo… a él las palabras no le habían abandonado.
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Desértica de Alba Quintas Garciandia
Ya solo quedaba el eco de lo desertico. La sed del mismo suelo. La tierra se había secado, y sin embargo… a el las palabras no le habían abandonado.
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Desértica de Alba Quintas Garciandia
Los vivos no deben comer de la misma mesa que los muertos si no quieren condenarse.
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La memoria del errante de Alba Quintas Garciandia
Lo que la hacía especial no eran sus caídas, sus tropiezos. Lo que la hacía especial era levantarse después de ellas.
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La venganza de Ariadna de Alba Quintas Garciandia
Puedes gritarle al mundo todas las veces que quieras que se detenga, que no lo va a hacer - le escucho decir -. Hay cosas que escapan a nuestro control. Pero si cogemos las que sí dependen de nosotros y construimos algo bello con ellas..., bueno, supongo que entonces sí podemos hablar de encontrar nuestro camino, ¿no es así?
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La memoria del errante de Alba Quintas Garciandia
- Sois un demonio. - Soy una mujer con ideas,que no es lo mismo, por mucho que la mayoría de los hombres lo creáis. |
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La voz de plata de Alba Quintas Garciandia
Hay muchos tipos de fortaleza, sire. Algunas son brillantes como una hoguera en la noche, y otras, lentas y silenciosas como el crecimiento de las raíces de los árboles.
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La voz de plata de Alba Quintas Garciandia
Toda mañana aquella voz los reunía. Aquella voz que describía maravillas de lugares muy lejanos. Aquella voz con el poder de hacerlos viajar. Aquella voz rompía los límites de su realidad.
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La voz de plata de Alba Quintas Garciandia
Aquí hay más estrellas que historias por contar. Hay tantas como… ¿deseos? ¿sueños? ¿Maravillas que aún no hemos visto? ¿posibles destinos? Si lo piensas así, es imposible volver a sentirse solo bajo el firmamento.
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La venganza de Ariadna de Alba Quintas Garciandia
Me gusta el ajedrez porque cuenta una historia. Porque tiene su trama y sus personajes. Porque ver las posibilidades de movimiento tiene que ver con la razón, pero el sentimiento de querer ganar es del corazón. Y porque -coge la reina entre sus dedos arrugados- esta es la pieza que más libertad tiene, pero también es a la que primero se ataca. Como nosotras.
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La voz de plata de Alba Quintas Garciandia
A aquellas alturas de su vida, lo único que sabía de amor era lo que las palabras de otros le habían enseñado. Pero para eso están las historias. Para enseñar al corazón a sentir.
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La chica del león negro de Alba Quintas Garciandia
Lo valiente es dejar que otra persona te quiera, no apartarla de ti. Entonces, las dos personas bajan sus murallas y dan a la otra la capacidad de hacerles daño. El amor es riesgo y confianza en que ese riesgo merece la pena y que acabará bien.
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La chica del león negro de Alba Quintas Garciandia
Es lo de siempre: el que ve no actúa, el que actúa no ve. Estrellas desde el cielo o soldados en la tierra. Escoge bien. Escoge muy bien, que te va la vida en ello. Y una vida es mucho tiempo sin actuar. Y una vida es mucho tiempo sin ver.
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La chica del león negro de Alba Quintas Garciandia
Cada luz tiene una sombra igual o más grande que ella.
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La venganza de Ariadna de Alba Quintas Garciandia
Hay algo mágico en los ojos de una persona que está mirando libros
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La venganza de Ariadna de Alba Quintas Garciandia
En realidad, las mejores historias son las que terminan en el mismo lugar en el que comenzaron, pero aún así sabes que todo ha cambiado.
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La flor de fuego de Alba Quintas Garciandia
Ya sabes lo que siempre digo. Negando nuestro pasado nos negamos a nosotros mismos
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El retrato de Dorian Gray