¿Próximo destino? El amor de Adriana Rubens
¿Sabes lo único que ensalzaría mi ego de verdad? Que tú me amaras lo suficiente para confiar en mí, pasara lo que pasase.
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¿Próximo destino? El amor de Adriana Rubens
¿Sabes lo único que ensalzaría mi ego de verdad? Que tú me amaras lo suficiente para confiar en mí, pasara lo que pasase.
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¿Próximo destino? El amor de Adriana Rubens
Núnca serás feliz si vives para complacer a los demás en lugar de perseguir tus propios sueños.
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La venganza de Lugh de Adriana Rubens
Es fácil mostrarte fuerte cuando eres fuerte. Lo difícil para un hombre fuerte es mostrarse dulce y gentil Eso es lo que siempre me impresiona de ti, Lugh, que tienes el valor de mostrar tu ternura conmigo sin que tengas el erróneo pensamiento de que eso te va a hacer parecer débil.
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Puerta con puerta de Adriana Rubens
Espero saber hacerte feliz, tanto como tú me haces a mí. Espero vivir cada día como si fuera el último, no dejar de demostrarte lo mucho que te amo, porque te amo de una forma que jamás pensé volver a sentir.
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Puerta con puerta de Adriana Rubens
las cosas de las que una persona se arrepentía eran esas que dejabas pasar, porque se convertían en pequeñas espinas que se iban clavando en el alma, más y más profundo, conforme avanzaba el tiempo.
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¿Próximo destino? El amor de Adriana Rubens
Los hombres Montoya están condenados a hacer el ridículo ante las mujeres que quieren conquistar.
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¿Próximo destino? El amor de Adriana Rubens
Mientras viajaba, no tenía dudas ni pensaba en nada que no fuese en disfrutar el momento. Pero en cuanto llegaba a casa, su cabeza se convertía en un caos que la hacía replantearse todo. Era como un choque de realidad después de vivir un sueño.
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¿Próximo destino? El amor de Adriana Rubens
—¿Qué ha hecho Pilar ahora? —No ha sido ella, he sido yo —susurró el japonés con los puños apretados y la cabeza baja, en esa particular forma que tenían los japoneses de mostrar vergüenza—. He deshonrado a nuestra amistad, he insultado a tu familia y, lo que es peor, le he roto el corazón a Pilar. —Sí que te ha cundido la semana —musitó Hugo con los ojos en blanco—. ¿Puedo dejar la maleta en mi habitación sin miedo a que te hagas el harakiri mientras tanto? |
¿Próximo destino? El amor de Adriana Rubens
¿Sabes lo único que ensalzaría mi ego de verdad? Que tú me amaras lo suficiente para confiar en mí, pasara lo que pasase.
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¿Próximo destino? El amor de Adriana Rubens
«Nunca dejes que otros te digan por dónde ir, busca tu propio camino. Solo así serás feliz».
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¿Próximo destino? El amor de Adriana Rubens
El tatamae era un concepto propio de la filosofía nipona. Era algo así como la «fachada» afable y servicial que se esperaba de cualquier hombre de cara al público. Por el contrario, el honne era el sentimiento real de una persona, aquel que dejaba aflorar solo ante un círculo muy reducido de personas de confianza. . |
¿Próximo destino? El amor de Adriana Rubens
—Llevamos juntos desde los veinte años, mamá y el enamoramiento se pierde con el tiempo. Supongo que eso pasa en todas las relaciones. —Pasa en las relaciones en las que se ha perdido la chispa o en las que te has dado cuenta de que estás con el hombre equivocado y, aun así, permaneces a su lado. |
¿Próximo destino? El amor de Adriana Rubens
—Nunca serás feliz si vives para complacer a los demás en lugar de perseguir tus propios sueños. Vive tu propia vida, Lucía.
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¿Próximo destino? El amor de Adriana Rubens
Hugo era guapo a rabiar, pero de una forma pícara y desenfadada, y destilaba sex appeal por cada poro de su piel. Era un hombre diseñado para seducir: una combinación letal de mirada intensa y sonrisa canalla.
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Se busca highlander de Adriana Rubens
—Sabía que dirías algo así —murmura y se ríe—. Los protagonistas masculinos de mis novelas suelen soltar ese tipo de gilipolleces antes de enamorarse hasta las trancas de la chica a la que han jurado no amar. Yo lo llamo «el discurso de las lamentaciones», porque luego, cuando descubren sus sentimientos, se arrepienten de sus palabras. Pero, con lo claras que tienes las cosas y lo tozudo que eres, es evidente que tú vas a ser la excepción, ¿verdad? —ronronea mientras me mira entre sus pestañas.
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Se busca highlander de Adriana Rubens
..[...]No dejes que los errores que cometiste en tu juventud definan tu futuro, muchacho. De lo contrario, nunca serás la persona que puedes llegar a ser.
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Detrás de un beso de Adriana Rubens
Ella no cejaba en hacerle ver que sus sentimientos eran firmes y no iban a cambiar. Lo había amado cuando no era más que una sombra del hombre que podía llegar a ser, y lo amaba de igual forma ahora que estaba a un paso de conseguirlo. Pero el muy cabezota se negaba a aceptarlo.
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Detrás de un beso de Adriana Rubens
—Sigues sin entenderlo, Joshua. El amor no se reclama. El amor se ofrece —repuso ella con esa sabiduría innata que le hacía sentir tan humilde—. Yo te he ofrecido el mío. En tu mano está aceptarlo de una vez o continuar negándolo. Y por fin Joshua lo comprendió: ya fuese en el cielo o en el infierno, el amor de Jacqueline lo acompañaría siempre. |
Detrás de un beso de Adriana Rubens
—¿Y crees que tu miedo te hace menos merecedor de mi amor? —bufó la muchacha—. Todas las personas vivimos con miedo, Joshua. Miedo a perder a la gente que nos importa, a no alcanzar nuestros objetivos, a defraudar a los que nos quieren... Al hambre, a la enfermedad, a la pobreza y a la muerte. No conozco a nadie que no tenga miedo de algo. Pero ¿sabes? Es ese miedo el que nos reta a seguir adelante y nos mantiene en guardia. Tener miedo no nos hace débiles, Joshua. Lo que nos debilita es dejarnos vencer por él. Ahí estaba Jack Ellis en todo su esplendor. Ya fuera en forma de pilluelo o con la encantadora imagen que tenía ante sí, no había conocido a ninguna otra persona capaz de profundizar en los sentimientos de una forma tan natural y con tanto acierto. Como siempre, se quedó sin palabras ante su razonamiento. |
¿Quién escribió la saga?