Detrás de un beso de Adriana Rubens
—Sigues sin entenderlo, Joshua. El amor no se reclama. El amor se ofrece —repuso ella con esa sabiduría innata que le hacía sentir tan humilde—. Yo te he ofrecido el mío. En tu mano está aceptarlo de una vez o continuar negándolo. Y por fin Joshua lo comprendió: ya fuese en el cielo o en el infierno, el amor de Jacqueline lo acompañaría siempre. |