Cien años de soledad de Gabriel García Márquez
[..] el secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.
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Cien años de soledad de Gabriel García Márquez
[..] el secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.
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Cien años de soledad de Gabriel García Márquez
El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.
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El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez
Él era consciente de que no la amaba. Se había casado porque le gustaba su altivez, su seriedad, su fuerza, y también por una pizca de vanidad suya, pero mientras ella lo besaba por primera vez estaba seguro de que no habría ningún obstáculo para inventar un buen amor. No lo hablaron esa primera noche en que hablaron de todo hasta el amanecer, ni habían de hablarlo nunca. Pero a la larga, ninguno de los dos se equivocó.
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El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez
Fue como si después de tantos años de familiaridad con la muerte, después de tanto combatirla y manosearla por el derecho y por el revés, aquella hubiera sido la primera vez en que se atrevió a mirarla a la cara, y también ella lo estaba mirando. No era el miedo de la muerte. No: el miedo estaba dentro de él desde hacía muchos años, convivía con él, era otra sombra sobre su sombra, desde una noche en que despertó turbado por un mal sueño y tomó conciencia de que la muerte no era solo una probabilidad permanente, como lo había sentido siempre, sino una realidad inmediata.
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El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez
Ella había ido descubriendo poco a poco la incertidumbre de los pasos de su marido, sus trastornos de humor, las fisuras de su memoria, su costumbre reciente de sollozar dormido pero no los identificó como los signos inequívocos del óxido final, sino como una vuelta feliz a la infancia. Por eso no lo trataba como a un anciano difícil sino como a un niño senil, y aquel engaño fue providencial para ambos porque los puso a salvo de la compasión.
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El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez
Acababan de celebrar las bodas de oro matrimoniales, y no sabían vivir ni un instante el uno sin el otro, o sin pensar el uno en el otro, y lo sabían cada vez menos a medida que se recrudecía la vejez. Ni él ni ella podían decir si esa servidumbre recíproca se fundaba en el amor o en la comodidad, pero nunca se lo habían preguntado con la mano en el corazón, porque ambos preferían desde siempre ignorar la respuesta.
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Cien años de soledad de Gabriel García Márquez
El mundo habrá acabado de joderse el día en que los hombres viajen en primera clase y la literatura en el vagón de carga.
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Cien años de soledad de Gabriel García Márquez
en cualquier lugar en que estuvieran recordaran siempre que el pasado era mentira, que la memoria no tenía caminos de regreso, que toda primavera antigua era irrecuperable, y que el amor más desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera.
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Cien años de soledad de Gabriel García Márquez
Uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo la tierra.
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Cien años de soledad de Gabriel García Márquez
Se sintió olvidado, no con el olvido remediable del corazón, sino con otro olvido más cruel e irrevocable que él conocía muy bien, porque era el olvido de la muerte.
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Relato de un náufrago de Gabriel García Márquez
Cuando uno se siente al borde de la muerte se afianza el instinto de conservación.
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Relato de un náufrago de Gabriel García Márquez
La vida le ha pasado por dentro, pero le ha dejado el aura serena del héroe que tuvo el valor de dinamitar su propia estatua.
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La hojarasca de Gabriel García Márquez
Con los jazmines sucedía lo mismo que con las personas que salen a vagar de noche después de muertas.
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La hojarasca de Gabriel García Márquez
De pronto, como si un remolino hubiera echado raíces en el centro del pueblo, llegó la compañía bananera perseguida por la hojarasca.
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Relato de un náufrago de Gabriel García Márquez
[Pero yo sabía que cuando el viento aúlla en el mar, cuando las olas se rompen contra los acantilados, uno sigue oyendo las voces que recuerda. Y las sigue oyendo con enloquecedora persistencia: "Gordo rema para este lado"].
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Yo no vengo a decir un discurso de Gabriel García Márquez
Y que sepa y haga saber para todos los tiempos quienes fueron los culpables de nuestro desastre, y cuan sordos se hicieron a nuestros clamores de paz para que esta diera la mejor de las vidas posibles, y con qué inventos tan bárbaros y por qué intereses tan mezquinos la borraron del universo
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Cien años de soledad de Gabriel García Márquez
No me gustó nada este libro. Se me hizo pesadisimo y aburridisimo. Tiene un millón de personajes cada uno con una historia a sus espaldas pero todo está narrado de una forma muy anticuada y se hace muy denso y lento. Demasiados detalles para muy poca acción. |
Cien años de soledad de Gabriel García Márquez
“El tiempo aplacó su propósito atolondrado, pero agravó su sentimiento de frustración”
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¿Con qué frase empieza esta novela?