Como decía Carlos Fuentes en su libro _El espejo enterrado,_ "las culturas que se aíslan, se fosilizan. Esta es una historia que muestra la convivencia ética y esperanzadora entre cristianos y, si no mal recuerdo, moros.
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Como decía Carlos Fuentes en su libro _El espejo enterrado,_ "las culturas que se aíslan, se fosilizan. Esta es una historia que muestra la convivencia ética y esperanzadora entre cristianos y, si no mal recuerdo, moros.
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La desconocida novela victoriana que inspiró la película y el musical de Tim Burton. Cualquier fan de Burton y del musical debería echarle una ojeada. Su lenguaje anticuado hace difícil su lectura, pero merece la pena por razones históricas.
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Este me encanto, un duelo por el poder entre el Lazarillo y su señor, donde buscan sobreponer su agudeza al otro desatando situaciones de gran interes, la mayoria de ellas tragicomicas, donde no hay realmente un ganador y si una escalada de creatividad en aras de sobreponerse en cada ocasion |
Que pesado es leer el castellano antiguo sin que la edición ayude con la explicación del contexto en que se dirige el libro. Es un clásico y puedo entender porque, sin embargo creo que si está pesado de leer, no lo recomiendo para empezar con clásicos. Las primeras partes son muy aburridas, el libro levanta en la tercera parte.
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El Ojo de la Luna es la segunda parte de la saga de Kid Bourbon, el despiadado y misterioso asesino de Santa Mondega. En este libro nos encontramos con momentos de flashbacks al principio, donde vamos descubriendo partes del pasado de Kid Bourbon, conocemos su historia y de otros personajes que empiezan a formar parte de esta historia. Después de un salto del tiempo a la actualidad nos encontramos en la misma parte donde quedamos en el libro uno: todos quieren el Ojo de la Luna pero pocos saben donde está. Algo que caracteriza a esta saga es la constante dinámica y las idas y venidas de los personajes. La típica "cuando encontré quién lo tenía, ya se lo había dado a otro" y así. Pero en este libro se usó poco ese recurso. En este predomina el "no confíes en nadie, cualquier puede ser el malo". Aquí empezaron a tomar relevancia personajes que quedaron en segundo plano en el libro uno, tanto porque así lo requería la trama... o porque la mitad de los personajes del libro uno están muertos, pero ese es otro tema. Los vampiros y hombres lobos son los protagonistas de este libro, cosa que me pareció fascinante porque en ningún momento hay un dejo de romance en esta saga, y si algo se agradece en la actualidad es que se puedan meter vampiros y hombres lobos en una saga sin que haya una adolescente necesitada de por medio. Siguen presentes los personajes tan pintorescos de siempre como Sánchez, el cantinero que odia a sus clientes y como Peto, el monje de la isla de Hubal que no usa nada que no tenga forma de karategui, pero también hay personajes nuevo tan bizarros como los anteriores: momias que reviven de sus tumbas, vampiros que se visten de payasos, un cura que mata vampiros con una ametralladora mientras un tipo vestido de Elvis canta en plena misa, muertes horribles, sanguinarias y asquerosas... todo esto narrado de la manera más seria posible, lo cual lo hace más bizarro e hilarante todavía. Cosas negativas que puedo destacar de esta entrega es la segunda parte del libro: cuando comienza la búsqueda del Ojo de la Luna se vuelve muy lento y los vampiros y hombres lobos no son tan interesantes en este libro, o por lo menos cuando se los manda a buscar una joya perteneciente a una momia egipcia. Y la prosa del autor -que vaya Dios a saber quién es- no se caracteriza por su profundidad, a veces se detiene en detalles innecesarios o comete el error de hacer muchísimos cliffhangers al final de cada capítulo y seguir con otra escena perteneciente a otro personaje, lo cual, después de cinco veces, deja de generarme misterio y empieza a hartarme y aburrirme. Pero por suerte a partir de la tercera parte fue remontando hasta ese final tan digno de la saga que me hizo olvidar todo lo mal que la pasé durante la mitad del libro. + Leer más |
Un libro que, a mi parecer, permite experimentar tres sensaciones: humor, con cada situación que se le presenta a nuestro querido pícaro; curiosidad, por descubrir cómo era la sociedad en ese momento histórico; alegría-tristeza a partes iguales, por las dificultades que experimenta y por las soluciones que encuentra (en algunos momentos de su vida está obligado a conformarse con ciertas condiciones porque son las mejores que puede conseguir perteneciendo a su clase social). Así era la vida.
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Este es un excelente libro que recomiendo a los jóvenes, adultos o padres que no lleven una buena comunicación con sus hijos, porque el libro aborda temas que estamos viviendo en la actualidad, las que se generan por falta de comunicación, inseguridades que siempre se dan en la vida de un joven en la adolescencia. Los temas que aborda este libro te producen sentimientos inexplicables donde el lector mientras lo lee cada vez queda más impactado por la realista y cruda vivencia de Alicia.
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El retrato de Dorian Gray