Reconozco que conocer nuevos ejemplos de la maravillosa narrativa de Amaya Álvarez se está convirtiendo en todo un placer. Aunque “Recuerdos” es un libro que a priori no tiene nada que ver con lo que había leído anteriormente, considero que la autora tiene un sello propio muy especial, una forma de combinar la magia de la fantasía y la más cruda realidad creando historias verdaderamente especiales. Esta novela de fantasía pero que trata un tema tan tremendamente real y desgraciadamente cotidiano, se me ha hecho emotiva y conmovedora hasta el punto de terminar la última página con la piel erizada. La novela es breve (poco más de 200 páginas) pero en tan escasa extensión consigue desarrollar una obra compleja que puede suponer todo un viaje en una suerte de montaña rusa sentimental. Cuando la joven Liz comienza a trabajar en la residencia de ancianos, no podía sospechar que conocería a la encantadora y enigmática Evangelina y que su compañía e historia personal supondrían tanto para ella. Aquejada de Alzheimer, Evangelina es asaltada por una serie de visiones que a Liz cada vez le resultarán más reales. Por otro lado, las hermanas Ada y Anais viven felices con sus padres hasta que un misterioso encuentro en el bosque y, poco después, en la feria, parece que viene a alterar sus apacibles vidas. Me encanta cómo la historia está contada en dos hilos temporales diferentes y la manera en que vamos descubriendo la conexión entre ambas. Por otro lado, como ya adelantaba anteriormente, la autora introduce grandes dosis de fantasía que se entretejen de una manera tierna y certera con esa otra realidad dura que vivimos por la cruel enfermedad que aqueja a Evangelina. Me gusta que no se nos den todos los detalles acerca de las partes que incluyen más magia y que deje ese espacio para la imaginación porque, especialmente en lo que respecta a la parte más oscura de esta fantasía, el efecto es mucho mayor y la incertidumbre es muy sugestiva. Por otra parte, hay una gran ternura y emotividad en todas las imágenes que nos evoca la novela. Algunas de ellas, incluso sin haber sido testigos de ellas, parece que se quedan grabadas por el mimo con el que están descritas. Además, en esta historia que se narra sobre todo a través de diálogos, no hace falta que sepamos todos los detalles de la vida de los personajes para cogerles un cariño inmenso. Finalmente me parece muy acertado crear una historia tan entrañable teniendo como base una enfermedad que parece robarnos la identidad de una forma despiadada. La perspectiva de Evangelina ante sus circunstancias, mezclada con su historia vital, da un giro total a lo que pudiéramos esperar de un libro que parte de esta premisa. Reconozco que, si “El Castigo” ya me entusiasmó, “Recuerdos” ha hecho que me quede verdaderamente cautivada por la sensibilidad de la pluma de Amaya. + Leer más |