Anatomía de un jugador

Tras una experiencia nefasta en Singapur, Alexander Bruno, jugador profesional de backgammon, viaja a Berlín para recuperar el dinero perdido. La suerte parece no estar de su lado, no sólo en lo económico sino tampoco en lo personal, ya que una mancha en su visión le impide actuar con normalidad y condiciona su futuro.

Lethem plantea la novela como si de una partida se tratase, no sólo al jugar con su estructura sino también con el destino de los personajes, sus acciones y el azar, llegando a engañar no sólo a los protagonistas sino también al lector. Esta forma tan característica de narrar, para mí ha resultado en ocasiones confusa y no me ha terminado de convencer. Creo que es certera, pero simplemente no se adapta a mis gustos personales.

En el backgammon azar y decisión son dos factores altamente influyentes. El jugador debe ser fuerte, saber lo que hace y leer la mente de su oponente, pero si los dados están en su contra, es difícil imponerse. Y con esta novela ocurre lo mismo. Es algo muy positivo, puesto que implica que el autor ha convertido en un tablero sus palabras y que el lector es sorprendido en cada página por los ataques de azar y las jugadas de sus protagonistas que nos hacen dudar de sus intenciones y de su propia existencia. No obstante, quizá por su crudeza, caos controlado (y no tan controlado) o temática, o simplemente por mis escasos conocimientos sobre el juego, la experiencia no ha sido la deseada.

Espero que no dejéis de leerlo si veis esta reseña, ya que en todo momento me expreso de forma subjetiva y creo que hay algo en la pluma de Lethem que me ha animado a terminar, generándome curiosidad por ver el avance de una novela que en cierto modo no me estaba llenando y, por ello, es posible que vosotros sí que la disfrutéis, especialmente aquellos que tengáis algunas nociones sobre backgammon o seáis afines al género.