El carlismo no estaba en el campo por vocación, sino porque no había conseguido triunfar en las ciudades y había sido expulsado de ellas.
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El carlismo no estaba en el campo por vocación, sino porque no había conseguido triunfar en las ciudades y había sido expulsado de ellas.
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Los ideólogos del carlismo buceaban en la Biblia como rabinos aplicados para justificar la superioridad del campo sobre la ciudad. Es fácil encontrar en los textos sagrados del cristianismo y el judaísmo alabanzas a los campesinos y denuestos a los habitantes de las ciudades, fuentes de pecado y decadencia y olvido del culto a Dios.
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La cultura puede hacer feliz a cualquiera, y [...] la felicidad es tan importante como el pan y las patatas.
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El pintor Ramón Gaya encontraba en los pueblos perdidos una "pureza de España" que se había perdido en las ciudades.
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No es nuevo que los pueblos miren con desprecio, miedo y odio a unas ciudades que, cuanto más crecen, más desprecio, miedo y odio inspiran.
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El populismo en España siempre se ha vestido de chico de pueblo que triunfa en los estudios y vuelve a su tierra para beber vino del porrón de sus abuelos.
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La infancia es una patria poderosa, pero la infancia de los padres y de los abuelos lo es mucho más.
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Es más fuerte la fe del analfabeto que apenas conoce los evangelios que la del erudito que los ha estudiado a fondo.
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Ningún dictador ha maltratado tanto y tan persistentemente la España rural como Franco.
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Salir de Madrid significa no encontrar una gran ciudad digna de tal nombre en más de trescientos kilómetros a la redonda. Ninguna otra capital del continente está rodeada de tanto desierto.
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¿Cuál es la profesión del narrador que encuentra el Principito en el desierto?