Lettres d'une Peruvienne

Esta madre gloriosa y desnaturalizada se aprovecha de un uso bárbaro, establecido entre los grandes señores del país, para obligar a Céline a tonar el hábito de Virgen, a fin de hacer a su hijo mayor más rico.

A medida que adquiero inteligencia, un nuevo universo se ofrece a mis ojos. Los objetos han tomado otra forma, cada aclaración me ha descubierto una nueva desgracia.

La naturaleza ha puesto en sus obras un encanto desconocido que el arte más hábil no puede imitar

Encerrada en el templo desde mi más tierna infancia, no conocía las bellezas del universo; ¡bastante me había perdido!

Desde que repetí después de él, "sí, le amo", o bien "le prometo ser de usted", la alegría se expandió sobre su rostro, me besó las manos con transporte

Cuando un solo objeto reúne todos nuestros pensamientos, los acontecimientos sólo nos interesan por las conexiones que encontramos con él

El universo está aniquilado para mí; sólo es un vasto desierto que lleno de los llantos de mi amor

Una parte de nuestra pena pasa al rostro de los que nos escuchan

Veo con indiferencia el fin de mi vida que siento aproximarse

Temblorosa, prohibida, la timidez me había encantado hasta el uso de la voz; animada al fin por la dulzura de tus pañabras, osé elevar mis miradas hasta ti, encontré las tuyas