La educación que se les da (a las mujeres) es tan opuesta al fin que se propone, que me parece ser la obra maestra de la inconsecuencia francesa
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La educación que se les da (a las mujeres) es tan opuesta al fin que se propone, que me parece ser la obra maestra de la inconsecuencia francesa
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Damos y recibimos un tributo de alabanzas recíprocas sobre la belleza del rostro y del talle, sobre la excelencia del gusto y de la elección de las joyas, y nunca sobre las cualidades del alma
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La cortesía consiste en una infinidad de palabras sin signficado, miradas sin estima, y cuidados sin afección.
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No puedo dejar de pensar que los franceses han elegido lo superfluo por el objeto de su culto
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Aunque ma sinceridad esté desterrada, se encuentra tantos encantos, que hacen olvidar los peligros de la sociedad.
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Mi corazón está bajo tus leyes; sometida a tus lumbreras, adoptaré ciegamente todo lo que podrá volvernos inseparables.
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Mi felicidad debía aumentar sus penas; le oculté mis transportes, sólo vio mis lágrimas
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Nacido tierno, perezoso, enemigo del artificio, las penas que tendría que darme para penetrar el corazón de las mujeres, y el miedo de no encontrar la franqueza que deseo, sólo me han dejado un gusto vago o pasajero
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El sabio hombre me enseñó también cómo el hazar había conducido a los españoles hasta tu desdichado imperio, y que la sed del oro era la única causa de su crueldad.
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En lugar que el Capa Inca esté obligado de proveer la subsistencia de su gente, en Europa los soberanos sólo la obtienen de los trabajos de sus súbditos; también los crímenes y las desgracias vienen casi todos de las necesidades mal satisfechas.
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¿Cuál de los siguientes libros fue escrito por Gustave Flaubert?