Hemos leído, en clase y en casa, diferentes trabajos de Zidrou y/o Jordi Lafebre como la serie de Los buenos veranos (2016-2022), La anciana que nunca jugó al tenis y otros relatos que sientan bien (2014) o Carta blanca (2021), que ya están aquí reseñados. Así que, cuando Ulises vio Lydie (Norma Editorial, 2023), no tardó un instante en tenerlo entre las manos. Aunque no es una obra para niños, quizá sí puede resultar interesante si se trata de una lectura acompañada, como en nuestro caso. Y, en un instante, nos instalamos en el callejón del bebé con bigote, a principios de los años treinta, «cuando aún no se había inventado el cinismo». La joven Camille vive en él con su padre y allí tiene lugar el desgraciado parto de su hija, que hubiera recibido el nombre de Lydie. A los pocos días, anuncia a gritos al vecindario que la niña ha vuelto, ya que Dios la ha devuelto porque no sabe nada de bebés y «su sitio está junto al corazón de su mamá, no en el paraíso». A partir de este momento, y tras ser presentada en sociedad, todos sus conocidos se pondrán de acuerdo para seguirle la corriente a Camille porque, si ella es feliz y no hace daño a nadie, ¿para que sacarla de esa ilusión? La situación se prolongará durante años y desencadenará todo tipo de momentos divertidos y curiosos. Es esta una historia conmovedora, con pasajes realmente duros y también con instantes de un humor sutil, fino, lleno de vida, que ayuda a digerir la crudeza del drama. Ulises quiere añadir que, además, es bonita y totalmente cierta porque, «aunque un niño crezca, no creo que haya en el mundo ninguna persona como su mamá». Y para una madre tampoco hay en el universo una criatura como su hijo. + Leer más |