Fable

Era el patrón de estrellas por el que se orientaba, la suma de todas las direcciones en su brújula. Y estaba perdido sin ella.

Como un pájaro cansado tras volar por encima del más desolador de los mares, por fin tenía un lugar en el que posarme.

Juntos eran como carbón y ceniza. Ónice y hueso.

Ella era el sol y el mar y la luna todo en uno. Era la estrella del norte que nos llevaba hasta la orilla.

Había cinco reglas. Sólo cinco. (...) Había vivido de acuerdo con las reglas de Saint casa día desde que me abandonó en Jeval, y me habían mantenido con vida. Al menos me había dejado eso cuando se alejó navegando, sin mirar atrás ni una sola vez.

"Como un pájaro cansado tras volar por encima del más desolado de los mares, por fin tenía un lugar en el que posarme"

Hazme una promesa y yo te haré una a ti.
Sobrevive. Consigue salir de esta isla, y la próxima vez que te vea, te daré lo que es tuyo.