Tiene el don de la amenidad. Se entiende su éxito en su momento. Hoy se ha convertido en lectura vergonzante por el pensamiento único. Para lectores sin prejuicios que quieran pasar un buen rato. Hay que prevenir de lo rancio de algunos de sus planteamientos con moraleja incluida. Leerlo hoy es un acto de rebeldía.
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