Esta novela es la segunda de una trilogía policíaca con el inspector Leo Caldas como protagonista. La primera, Ojos de agua, la leí hace unos años y la tercera parte, El último barco, quiero leerla próximamente. Y aunque son historias independientes, yo recomiendo seguir el orden de publicación. Todas se desarrollan en tierras gallegas y sus personajes tienen ese no sé qué de melancolía (morriña quizá), que a mí tanto me gusta. Ésta en concreto comienza con la aparición de un marinero ahogado en lo que de primeras parece ser un suicidio... Y hasta ahí se puede contar. Domingo Villar escribe de forma pausada con detalles aquí y allá que pueden (o no) ser definitivos en el arresto del asesino, y que pueden pasar al lector totalmente desapercibidos. |