Han pasado algunos años y Updike nos trae a un Conejo -¿igual de cínico?- con más años y kilos que sigue sin encontrarle sentido a la vida, por lo que no parece importarle que su esposa le ponga los cuernos y que lo abandone a él y a su hijo de trece años, bajo la mirada incrédula e incluso burlona de familiares y amigos. de fondo está la discusión sobre temas acuciantes para la sociedad norteamericana de finales de los sesenta: la Guerra de Vietnam, los indocumentados e inmigrantes, la llegada del hombre a la luna, la discriminación racial, las drogas, la religión, los valores WASP, esto es, para los hombres, blancos, protestantes y anglosajones frente al movimiento hippie de la época. Una sátira social donde abundan los elementos racistas y misóginos, al lado de la búsqueda de caminos propios. Una narración recomendable, aunque a veces tanta prolijidad, exige un descanso.
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