El hombre que dijo adiós

"El hombre que dijo adiós" es una novela muy sencilla, quizá demasiado; nada que ver por ejemplo con "Buscando a Caleb" (aunque esta es muy dispersa y a veces llega a aburrir); y tampoco está a la altura de "Reunión en el restaurante nostalgia" o de la excepcional "El tránsito de Morgan". El libro deja con ganas de más, la novela se queda corta y me habría gustado que Tyler hubiese sido más ambiciosa con este proyecto.
La historia comienza con las apariciones de Dorothy a su viudo y en líneas generales es el retrato de Aaron desde que la pierde a través de un relato que alterna el presente en el que el protagonista reconstruye su casa (en un símil con su propia vida) con los recuerdos del pasado que nos muestran la peculiar relación amorosa que mantuvo el matrimonio. El libro tiene un tono marcadamente realista y, aunque pueda parecerlo, no se trata de una historia de fantasmas, el "más allá" no es más que un artificio literario para poner las cartas sobre la mesa, saldar deudas pendientes y poder despedirse (el adiós del que habla el título).
Tyler es una experta en crear personajes inolvidables, sin clichés de ningún tipo, bastante excéntricos, eso sí, pero dotados de cercanía, credibilidad y ternura; y así son los personajes de este libro en el que también está presente la otra gran baza de la autora, la que domina a la perfección: el humor. En esta ocasión -lo que además es un estímulo para los amantes de todo lo que rodea al mundillo del libro- viene de la mano de la profesión de Aaron que es editor de biografías por encargo y de libros ridículos de autoayuda: "Ataque cardíaco para principiantes", "El libro de la nutrición para principiantes", "Equipar la cocina para principiantes"…
Divertidísimas son las escenas en las que Aaron está reunido con su equipo editorial discutiendo los libros nuevos a publicar y los disparates que se les pasan por la cabeza: que si "La esposa menopáusica para principiantes", "La secretaria demente para principiantes"... Y es que esto también forma parte del universo Anne Tyler: abordar temas de profundidad y tristeza y desdramatizarlos a través de lo estrafalario o la ironía (la forma misma en que muere Dorothy no puede ser más estúpida).
El título del libro en castellano sin duda es muy correcto pero carece del guiño que contiene el original hacia los libros que edita el protagonista (vendría a ser algo así como "El adiós para principiantes") y que no es sino el reflejo del bombardeo de libros de autoayuda que copan el mercado editorial, algunos tan absurdos como los que publica Aaron.
La novela contiene un mensaje positivo y esperanzador pero tengo que "echarle en cara" a su autora que se desmarque con un final impropio de su ingenio por precipitado y complaciente. No obstante y a pesar de que no refleja hasta dónde puede llegar el talento literario de esta maravillosa escritora, "El hombre que dijo adiós" es una lectura amena, positiva, tierna, divertida y que se lee con verdadero gusto.
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