Una sala llena de corazones rotos

"Una sala llena de corazones rotos" es una novela que ya sabes sólo por el título que va a ser diferente, que nos va a emocionar. Pero también encontramos muchas escenas graciosas que nos van a hacer soltar una carcajada y que no podamos parar de leer.

Es la primera novela que leo de Anne Tyler, y me ha sorprendido mucho. Me ha encantando cómo consigue que el lector conecte con los personajes. Describe las situaciones de una manera muy detallada pero amena, y nos consigue enganchar a la historia de una manera muy sutil. El toque divertido y la manera jocosa de explicar ciertas partes de la historia me parece muy conseguido, es un toque fresco que consigue que estemos con una sonrisa durante toda la lectura de la novela.

Micah Mortimer es nuestro protagonista y es un chico de lo más peculiar. Tiene muy marcadas sus rutinas, su trabajo, dedica cada día de la semana a una tarea diferente en casa y siempre procura no saltárselo. Esto da más de una broma con su también peculiar familia, y el pobre, entra al trapo y les sigue el tema, así que es un no parar. Pero esas pequeñas cosas, aunque inicialmente no las de importancia, veremos cómo, poco a poco, van calando en él y le hacen pensar.

Para quien hayamos visto la serie de "The Big Band Theory", nos nos va a costar imaginar a Micah un poco como Sheldon Lee Cooper; Micah no es tan obseso, ni maniático, pero por ejemplo, tiene un día para limpiar la cocina, otro para pasar el aspirador, se levanta todos los días a la misma hora para correr, no puede ver nada fuera de su sitio y cosillas de ese estilo, que nos hace pensar irremediablemente en Sheldon, o en Don Tillman, de la novela "El efecto matrimonio". También tienen su parecido en lo bruscos que son a veces con ciertas respuestas o no en no saber gestionar determinadas situaciones. de igual manera, pensaremos en el típico comentario "es un hombre, no tiene delicadeza, o no se da cuenta de X tema al respecto de su pareja". Así que tiene un poco de todo.

Pero todo esto, hace que le cojamos más cariño a Micah y que queramos meternos dentro del libro para darle un tirón de orejas y que espabile. Por poneros un ejemplo, cuando Cass, su pareja, le dice que es posible que la echen del piso y está agobiada por ello, Micah, lejos de pensar en que se vaya a vivir con él, le quita hierro al asunto e incluso bromea con que siempre va a poder vivir en su coche.

En poco tiempo Micah tiene dos frentes abiertos: Cass se puede quedar sin casa y un adolescente, Brink, se presenta en su casa y le dice que puede ser su hijo.

Con lo que os he contado del comentario de Micah a Cass, ya os podréis hacer una idea del camino que puede llevar la novela. Humor en cada página.

Pero también seremos testigos del cambio de Micah, de cómo se va dando cuenta de que su planificada vida no puede ser tal, de cómo, de manera imperceptible para él, empieza a cambiar algunos de sus hábitos. de cómo se siente viviendo solo, sin nadie que le reciba al llegar a casa, con su trabajo de "tecnoermitaño", que también va a propiciar escenas divertidas.

Micah nos va a hacer reflexionar sobre nuestra propia vida, rutinas y sobre todo de la importancia de vivir. Es necesario en algunos casos relajarnos, dejar a un lado todo y pensar en nosotros, en nuestra pareja y vivir con ella, ver una película y llorar, reír, o salir a pasear. Viendo a Micah nos damos cuenta de que muchas veces lo importante, lo que más nos aporta, lo que nos hace estar vivos, lo dejamos de lado. No podemos estar tan encerrados, tenemos que mirarnos más el corazón.

Al principio de empezar la novela no entendía el título, pero luego encontramos una pequeña explicación de Cass a sus alumnos, y "Una sala llena de corazones rotos" cobra sentido, una bonita reflexión hacia nuestros mayores.

En definitiva, "Una sala llena de corazones rotos" es una novela que recomiendo, porque no nos va a dejar indiferentes y si conseguimos dar un pequeño cambio como Micah hizo, habremos conseguido mucho, y sobre todo, habremos dado una alegría a nuestro corazón.
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“Es inevitable preguntarse qué le pasa por la cabeza a un hombre como Micah Mortimer. Vive solo; es reservado; su rutina está grabada en piedra.” ~ Una sala llena de corazones rotos de Anne Tyler.

Micah, sobre la cuarentena y soltero, se dedica a la reparación de equipos informáticos. Vive solo en su piso y tiene pareja, Cass. Su vida parece estable, aunque más que estable podríamos decir que en una rutina permanente e implacable hasta que un día un joven se presenta en la puerta de su casa y le insinúa que podría ser su hijo. No es el único factor que viene a romper con su cotidianidad. Cass le anuncia que podría quedarse sin vivienda y la reacción de Micah hace saltar todo por los aires.

Me lo he leído de un tirón. Os lo digo todo. Me ha encantado como está escrito pero es que me he sumergido en la trama de forma instantánea y sin poder salir de ella. He vivido con Micah, un personaje con un sentido del humor y una forma de ver la vida un tanto curiosa, y por momentos me he sentido triste por él y su sala de corazones rotos. Porque en el fondo este libro habla de soledad, de la necesidad de estar en contacto con la gente pero sobre todo de la necesidad imperiosa de ser comprendidos, de que no nos juzguen por nuestros actos sino que nos acepten tal y como somos. Por muy acompañados que estemos, sin esa aceptación, siempre primará la soledad.

Es la primera novela que leo de Anne Tyler y me ha sorprendido mucho la manera tan sencilla que tiene la autora de contar historias, haciéndote reír y reflexionar al mismo tiempo. Me ha resultado muy entretenido.

"Una sala llena de corazones rotos" es un libro fresco y divertido, muy ágil de leer e ideal para desconectar entre lecturas más densas. Se lee sin darte cuenta. Es un libro que habla sobre la vida corriente de personas corrientes, de los problemas más básicos, de lo que nos es más común.

El personaje principal de la historia, Micah Mortimer, me ha encantado, me ha gustado mucho su forma de ser y de actuar ante las situaciones que se le presentan, me ha gustado todo en él, ¡incluso sus manías!

No sé cómo serán el resto de libros de la autora, pero me he quedado con ganas de más.

Este libro fue el que me toco en la Masa Crítica de Babelio y hasta que no lo vi ahí no supe de su existencia pero la sinopsis me atrajo. Me ha gustado más de lo que pensaba cuando empecé a leerlo, luego os lo explico.
Un hombre recibe la visita de un chico que dice ser su hijo, y a la vez su novia cree que va a quedarse sin piso y espera que él le diga que se vayan a vivir juntos.
Con la visita del chico va recordando a la madre del chaval y la poca suerte que ha tenido en el amor a lo largo de su vida.
He dicho que me gusto más de lo que pensé que me iba a gustar cuando empecé a leerlo porque al principio me pareció algo raro, básicamente seguía la vida de un hombre, desde que se levantaba hasta que se acostaba, mientras trabajaba te explicaba lo que hacía y llego un momento en el que llegue a pensar si eso era toda la trama que tenía el libro porque no pasaba mucho más. Aparecía un chaval en la puerta de su casa, tenía problemas con su novia, pero nada más pasaba. Esto fue más o menos la mitad del libro, luego ya empiezan a pasar cosas y ya pille lo que quería contar el libro. Aunque tengo que reconocer que esperaba un libro con más romance.
Es un libro que se lee rápido porque además de que no tiene muchas páginas la letra es grandecica, cosa que agradezco, y tiene mucho dialogo, así que me ha durado día y medio.
En resumen, aunque ha sido un libro que me costó pillar porque no entendía bien que me quería contar, al final me ha gustado.
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Lo que me encanta del club de lectura de la biblioteca es descubrir autoras, autores y títulos que desconocía. O animarme de una vez a leer algunos que ya tenía en mi lista de pendientes. Anne Tyler está entre las primeras porque no me sonaba de nada y ha sido mi primera lectura de 2022.

"Una sala llena de corazones rotos" es una novela muy corta, de 200 páginas escasas, donde ocurre poco pero se plantean cosas. La soledad, la rutina, las relaciones. Lo poco que ocurre, sin embargo, no me interesó. Me resultó aburrida e inverosímil, no realmente por sus personajes sino por las situaciones que se les presentaban. Tampoco conecté con ellos: Micah me resultó indiferente, a los demás casi no da tiempo a conocerlos. Casi podría decir que es como un relato largo y apático, pero no apático tipo Carver (tan sencillo, sin mucha cosa), sino realmente soso.

Compartir lecturas me encanta para poder escuchar otros puntos de vista, darle una vuelta a las historias, intentar comprender lo que los demás han sentido. Me desanima un poco cuando los títulos que yo misma he escogido me decepcionan, pero cuando es una lectura conjunta lo llevo mejor.