Hollywoke

Antes de nada, gracias a Babelio por su Masa Crítica y a la editorial Rialp por enviarme el libro. Lástima que pareciera más interesante de lo que me ha acabado pareciendo y culpa de ello lo tiene el subtítulo del libro "Cómo Hollywood vendió su alma con el cine buenista". Pero empiezo por el principio.

Christian Toto es un crítico de cine, conservador y de derechas (es importante recalcarlo) que arremete contra el movimiento "woke", un término que engloba varias cosas, llevándolo al terreno de la cultura audiovisual y al humor. Toto denuncia las estúpidas reglas ( lo piensa él, lo pienso yo) para que una película pueda ser candidata a los Oscar a la par que critica que se machaque a diversas celebridades de la pantalla por sus opiniones.

Claro que su opinión en forma de ensayo no tarda mucho en entrar en política, literalmente, para golpear a la izquierda de su país, a los movimientos sociales surgidos no hace tanto (Black Lives Matter, #MeToo) y para alabar a quienes no quieren pedir disculpas por nada (aunque quizá a veces deberían) y golpear duro a quienes sí lo hacen.

Es su opinión, por supuesto, y de ella hay cosas que particularmente sí comparto, principalmente la libertad artística y que a los creadores les dejen hacer y contratar a quienes les de la real gana; pero no me esperaba un libro político, sino un análisis más exhaustivo de ese cambio en el cine hollywoodiense.

Cansa, de hecho, "Hollywoke" con tanta cita y tantas disculpas de quienes han cambiado, por qué no, de opinión.

Me he llevado un chasco, la verdad.

Queridos, lectoadictos de todas las creencias políticas, sexuales, filosóficas, costumbristas, lectores blancos, negros, amarillos, de todos los colores del planeta, Christian me trae de cabeza, y nunca mejor dicho, porque en Masa Crítica me enviaron este ejemplar que no me atrevía ni a abrirlo, y eso que lo elegí yo mismita.
Periodista, crítico de cine y podcaster, con una experiencia de más de 20 años cubriendo noticias en Hollywood, nos revela de una manera muy detallada el mundo woke.

El origen de esta palabra, woke, está estrechamente asociado con las luchas sociales afroamericanas: aunque ya se usaba con fuerza el concepto wake up (“despierta”) estar alerta a la injusticia racial, desde hace mucho tiempo atrás.

Lo que he leído va más allá de todo eso. A mis escasos años de vida en este planeta no es que sepa mucho de política y nunca mezclaría la literatura con ella, pero OMG, está más enredada de lo que me hubiese gustado averiguar.
Este ejemplar es todo un enorme plot twist, hoja tras hoja y si ya me encuentro con mi Taylor Swift, me morí.

¿Un corte de manga a la cultura woke? Quizás, o no.
¿Un riesgo? No lo dudes.
¿Dispuestos a tomar cartas? Mira, en esta vida lo único que nos queda es el individualismo, el ser único y defender lo que uno cree. Es un riesgo seguro, no te quepa duda, pero en ello está la superación.

Este libro hace un recorrido por la fábrica de sueños de Hollywood, las restricciones, la cultura woke y sus políticas de identidad.

Toto analiza dónde se equivocó Hollywood y qué esperanza alberga el futuro.
Esta cultura apuesta por escenarios y circunstancias en la que la industria se nutre de un chute de dopamina al ver que genera un cash impresionante, así que, ¿por qué no estirar el chicle?

Esto me lleva a la literatura, en el que secuelas, precuelas, spin-off, continuaciones desde el punto de vista de cada personaje del mismo libro se editan hasta el hartazgo, y me pregunto:
¿Cómo se distingue una obra virgen?
¿Qué nos queda de real?

No existe izquierda sin derecha, no existe consumismo sin preferencias.

Con un punto de partida de tanta actualidad y como cinéfilo empedernido, me apetecía una lectura de este tipo, a pesar de que a nivel ideológico no comparto absolutamente nada con el autor. Se me antojaba interesante porque sí que estoy de acuerdo con lo de la libertad creativa siempre, de hecho si algo no me gusta del cine comercial es que las grandes productoras, cuando hay tanto dinero en juego no arriesgan nada, ni dan nada de poder a quién tienen que darlo. Ejemplos como tal hay millones, en el UCM por ejemplo apostaron por Chloe Zhao, justamente el año que había arrasado en los oscars, para que siguiera las 4 indicaciones de siempre de la fórmula Kevin Feige. Por suerte, para estos casos, siempre tendremos el cine independiente americano y europeo.

Ahora bien, dicho esto, hasta aquí llega lo interesante de lo que nos cuenta Christian Toto. El resto del libro es un berenjenal propagandístico político alt-right que critica algunos de los grandes avances de la izquierda en EEUU, donde por supuesto siguen pecando de hipócritas.

Es una pena, porque con argumentos mejor elaborados que los de cualquier subforo de reddit, algunos temas como la inclusión forzada habrían dado para al menos debatir, pero se pierde todo tipo de oportunidad.