Pequeñas desgracias sin importancia

A ver, chicas, escuchadme un momento: os doy cien dólares a cada una ... si sois capaces de terminar el vuelo sin decir en plan.

¿sabes Yoli? A veces lo único que podemos hacer es ser valientes, ni más ni menos.

Mi madre apareció justo entonces por la puerta, con el aspecto más agotado que puede tener un ser humano sin llegar a estar muerto.

Yo no recuerdo lo que soy. Yo soy lo que sueño. Yo soy lo que espero. Yo solo soy lo que no recuerdo. Yo soy lo que los demás quieren que sea.

Mi hermana me cuenta entonces que tiene un piano de cristal por dentro. Tiene un miedo horrible a que se le rompa. No puedo permitir que se rompa.

En mi vida no pasa nada emocionante. No tiene que pasar nada emocionante para ser vida, replicó.

Ah, es verdad. se me olvidaba que tú crees en el reciclaje, me dirá. Tú sabes que al final lo juntan todo en el mismo sitio, ¿no? Reciclar no es más que una conspiración del Gobierno pensada para hacernos creer que estamos salvando la Tierra y que así ellos puedan seguir haciendo negocios sucios con las compañías mineras para sacarse un dinerito extra.

Para sobrevivir a algo primero hay que saber a qué hemos sobrevivido.

Todos tenemos agujeros en la vida.

Ella quería morir y yo quería que viviera y éramos enemigas que se querían.