Excepto por Strange, que sabía quien era en realidad. Si tan sólo tuviera la cortesía de… dejar de existir…, quizá podría sentir gratitud hacia él. Thyon |
Excepto por Strange, que sabía quien era en realidad. Si tan sólo tuviera la cortesía de… dejar de existir…, quizá podría sentir gratitud hacia él. Thyon |
Nunca antes había tenido una huesped, y no sabía como manejarse. Como recibirla si llegaba, y donde. Si había reglas de etiqueta para hospedar diosas en sus sueños, nunca había encontrado ese libro en la Gran Biblioteca
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Quizá fuera Isagol, la Terrible, pero alguien que mostraba reverencia por los libros no podía ser irredimible
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Y así es como uno sigue adelante: se cubren las partes oscuras con risa. Mientras más partes oscuras haya, más se debe reir. Con rebeldia, con abandono, con histeria, de cualquier manera posible.
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La última noche de duda. Lazlo miró hacía la cúspide, sutil a la luz de las estrellas. Los misterios de Weep habían sido música para su sangre desde que tenía menoria. Al día siguiente a esa hora, ya no serían misterios. El fin de la duda, pensó, pero no del asombro. Ése apenas comezaban. Estaba seguro |
“Un hombre debe tener arrugas en la comisura de los ojos por contemplar el horizonte, no solo por leer con debil luz.” Había dicho el viejo bibliotecario. Bien, pues ahí estaba el horizonte que Lazlo había soñado desde que tenía 5 años |
Lazlo no podía haber pertenecido todavía más a la biblioteca aunque fuera un libro. (…) Vagaba con la cabeza llena de mitos, siempre medio perdido en alguna tierra extraña extraña de historias. Demonios y artífices de alas, serafines y espíritus; a todos los amaba. Creía en la magia, como un niño, y en los fantasmas como un campesino
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Alguien gritó. El grito atrajo a otros. Los demás gritaron también, no por que hubiera una joven muerta, si no porque la joven era azul y eso significaba algo en la ciudad de Weep
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Triste especie es la que está hecha sólo de machos
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(…) Ruby parecía genuinamente sorprendida, ahí de pie, secada al fuego y hermosa, desnuda y segura de sí misma, y azul. Azul como el ópalo, azul claro. Azul como las flores de aciano o las alas de las libélulas, o como un cielo en primavera, no de verano. Como todos ellos.
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Novela de ciencia ficción, escrita por Richard Matheson, en 1975 se titula: "En algún lugar del _________"