A spanish coffee te está esperando

En la humeante taza de un café "español" la raza no está en su sabor, sino en las almas que se desnudan y las confesiones que se desprenden.
Es un ritual muy nuestro, donde las palabras fluyen y el tiempo se detiene.
La reparadora charla pendiente bajo la excusa de un caldo negro, que siempre huele a verdad.
Tu verdad.

La segunda novela de Cristina Tamarit nos lleva a Nigeria. A su desigualdad social y al machismo como riqueza cultural y tradición educacional.
Se trasmite de generación en generación, antes incluso, que la tabla de multiplicar.

Lisa es una "afortunada" estudiante perteneciente a una familia acomodada. Pese a ello, no escapará de la presión e injusticias que sufre toda mujer en su país.
Y en tantos otros.

Cándida, inocente y enamorada de la vida, de sus sueños y de Emeka, poco a poco irá descubriendo que su mundo idealizado está lleno de aristas. de espinas con las que sangrar.

Pero A espanish coffee te está esperando es también un canto a la amistad incondicional. A una lealtad inquebrantable, muda cuando tiene que serlo y nunca, jamás, sorda.

Tres mujeres forman un triángulo de amor, engaños y violencia y una lucha interna con un elemento común pero bajo distintas perspectivas.
No es difícil adivinar que rasgos de cada una de ellas pertenecen, además, a la propia autora para los que tenemos la suerte de conocerla.

Escrita con su habitual frescura y sencillez Tamarit consigue una narrativa adictiva que no podrás abandonar hasta llegar a uno de los mejores finales que haya dado la literatura.
Simplemente mágico.

Tuve la fortuna de cometer la lectura con ella.
Y una anécdota.

Llegado a un punto de la novela, paré, cerré el libro y lo abandoné. Me enfadé. ¡¡Por qué me haces esto!!
Como sufrido lector le pedí explicaciones. le dejé de hablar, y ella, que lógicamente tenía más información que yo, entre risas me decía: sigue leyendo.
Una semana después terminé la breve novela y la perdoné.

La autora tiene la habilidad de crear una reivindicación sin la necesidad de pancartas, gritos, proclamas populistas y postureo a discreción, simplemente deja que las cosas sucedan y se manifiesten en su naturaleza.

Una sencilla joyita escondida en esas pequeñas editoriales que tanto recomiendo visitar de cuando en cuando.