Nueva York es una ventana sin cortinas de Paolo Cognetti
Sin embargo, el nombre que prefiero fue acuñado por Washington Irving, el primer gran escritor estadounidense, a principios del siglo XIX. Entregado a sus artículos sobre usos locales, le fue dado conocer una localidad inglesa conocida por la excentricidad de sus habitantes: Gotham. Parece que en Inglaterra la palabra se había incorporado ya a los proverbios: ese es un poco estrafalario, algo anormal, qué te esperabas, es de Gotham. Irving creyó haber encontrado un antepasado de su ciudad, ya por entonces bastante lunática. El nombre lo retomaron diversos escritores del siglo XIX el mismo Edgar Allan Poe redactaba una sección llamada «Crónicas de Gotham»- y lo acabó inmortalizando Bob Kane en 1939, al crear el personaje de Batman y la ciudad de Gotham City, infestada de criminales dementes.
|