Muerte en el meridiano

𝑷𝒂𝒓𝒂 𝒎𝒊 𝒔𝒐𝒓𝒑𝒓𝒆𝒔𝒂, 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒏𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂 𝒏𝒐 𝒆𝒔 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒃𝒂. Cuando Carlota Suárez me comentó que deseaba que fuera una de las lectoras de su reciente novela, decidí no saber nada sobre esta; no quise conocer el título ni de qué iba. Días después, cuando tocaron al timbre y vi llegar el paquete estaba más ilusionada que la niña de la curva cuando ve venir un coche y sin poder aguartarme comencé a leer.

Andrea Sabugo es una escritora de prestigio con una gran fobia social. Antipática y bastante arrogante cree que su trabajo consiste en escribir libros, no venderlos. Intenta librarse de los periodistas y de los lectores y detesta todo lo que viene después de escribir: la promoción de su libro y el artificio e hipocresía de los certámenes literarios. Para su desgracia, es invitada al Festival Meridiano Cero en Santa Lucía, una isla tranquila y diminuta cerca de la Isla del Hierro, con su casi única amiga y escritora también famosa Minerva Novoa. Hasta aquí bien, ¿verdad? Sigo leyendo y la narración me lleva a una misterioso asesinato y como en el juego del Cluedo voy descartando culpables, pero ¿Andrea está libre de culpa? No lo sé. Avanzo por la historia y esta me engulle. Me arrastra a su mundo. al mundo de Andrea Sabugo. A veces, solo a veces, me reconozco en ella, salvo que yo no soy novelista. Teniendo en cuenta que es una novela de ficción, creo que me gusta que me digan las cosas a la cara, con descaro y sin filtros sobre el mundillo editorial. Un mundo lleno de etiquetas y envidias. Pero también caigo en el pozo oscuro de la vida pasada de Andrea. Me veo a mí misma en su infancia y en la edad adulta también. La lectura es como un bálsamo medicinal para toda la hipocresía de la edad adulta en la que tenemos que elegir las elecciones que hacemos, pertenecer a un gremio o agregarnos a una tribu. Y yo eligo no elegir y sigo leyendo. al final, todo adquiere 𝒖𝒏 𝒎𝒂𝒕𝒊𝒛 𝒓𝒐𝒋𝒐, 𝒓𝒐𝒋𝒐 𝑲𝒐𝒋𝒂𝒄, 𝒓𝒐𝒋𝒐 𝑲é𝒕𝒄𝒉𝒖𝒑, 𝒓𝒐𝒋𝒐 𝒔𝒂𝒏𝒈𝒓𝒆 y eso me gusta... aunque yo soy más de azules, 𝒂𝒛𝒖𝒍 𝒄𝒊𝒆𝒍𝒐, 𝒂𝒛𝒖𝒍 𝒎𝒂𝒓, 𝒂𝒛𝒖𝒍 𝒂𝒓á𝒏𝒅𝒂𝒏𝒐. Y continúo leyendo. Y en un instante todo cambia y el escenario es ideal para una novela de Agatha Christie. Quizá, solo quizá, Carlota Suárez es la Agatha Christie 2.0 y con esta novela, cuyo título nos recuerda a otra novela de la reina del suspense nos conduce a un laberinto de pistas en el que jugamos a los detectives.

𝑳𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒋𝒐𝒔 𝒎𝒆𝒄𝒂𝒏𝒊𝒔𝒎𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆. de un modo y otro, esta novela es entretenimiento y no os dejéis engañar por Andrea, la excéntrica cuarentona que come pipas Churruca por un tubo y bebe Kétchup a morro. Veremos esta novela desde su punto de vista y eso aunque es bueno también nos enseña una realidad sesgada, la realidad que ella elige mostrarnos. Elige elegir.

𝑴𝒊𝒔𝒕𝒆𝒓𝒊𝒐 𝒔í 𝒚 𝒄𝒓í𝒕𝒊𝒄𝒂 𝒅𝒊𝒔𝒆𝒓𝒕𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆 𝒆𝒍 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒍𝒊𝒕𝒆𝒓𝒂𝒓𝒊𝒐, 𝒕𝒂𝒎𝒃𝒊é𝒏. El manejo de los tiempos y las claras referencias a Agatha Christie convierten esta ácida novela en una historia en clave de misterio y nos convertimos en custodios de las trampas que encierran los secretos, un recurso tan antiguo como divertido.

𝑫𝒐𝒔 𝒎𝒖𝒋𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒂ú𝒑𝒂, 𝒅𝒐𝒔 𝒎𝒖𝒋𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒂𝒓𝒎𝒂𝒔 𝒕𝒐𝒎𝒂𝒓. Andrea Sabugo y Minerva Novoa son personajes bien definidos y complejos en un escenario perfecto. Antítesis una de la otra, compensan sus virtudes y deficiencias equilibrandose y para mi sorpresa, se bajan al barro en esta investigación.

Carlota se ha tomado varias licencias literarias, que para eso es la escritora, y esta historia tiene un buen desarrollo de la trama. Así que, sinceramente, me he devorado la novela. En fin, la novela es lo suficientemente buena como para que al final lleguemos a pensar que cualquiera de los asistentes a ese sarao literario es el asesino.

𝑴𝒊𝒔 𝒊𝒎𝒑𝒓𝒆𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔: Doy buena cuenta de la novela y salgo sacudida con sus indirectas o ganchos directos a la jeta según tu rol en el mundo literario. En mío es de una bloguera cualquiera que intenta hacer reseñas y conseguir que alguien las lea. En este mundillo del blog y las mil y una redes sociales también hay envidias y zancadillas, estamos expuestos a críticas y enganchados a lectores atontados por la sumisión al clic. Lo mejor de todo es que me lo he pasado en grande, leyendo y reseñando esta novela. Gracias, Carlota.



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¿Un misterio que homenajea a Agatha Christie, ambientado en una pequeña isla y con un festival literario como telón de fondo? ¿Fue “Muerte en el meridiano” escrita pensando en mí y todo aquello que me encanta en una novela de misterio? Puede que no pero, teniendo todos esos ingredientes, se convirtió en una de mis lecturas más esperadas del año desde que me enteré de su publicación. Y no me ha defraudado en lo más mínimo, al descubrirme una voz narrativa original, fresca, mordaz y ácida, muy ácida, que ha hecho que su lectura sea de lo más disfrutable.

En la isla de Santa Lucía, una pequeña pedanía de la isla de El Hierro, se va a celebrar el Festival Literario Meridiano Cero, donde se darán cita autores, editores, traductores y blogueros. El evento pronto se verá empañado por la muerte de uno de sus asistentes. Andrea Sabugo, una cínica escritora con escasas habilidades sociales, y Minerva Novoa, considerada la Reina del Crimen, tratarán de descubrir al asesino poniendo en práctica todo aquello que han aprendido con sus novelas, destapando en el camino los secretos y rivalidades existentes en el mundo editorial.

La historia hace tributo a los misterios clásicos en los que el culpable ha de estar dentro de un pequeño grupo de sospechosos (el editor, el traductor, la community manager, la escritora…), lo que hace que la historia se lea como si de una partida de Cluedo se tratase, cambiando la clásica casa en la campiña inglesa por una pequeña isla en las Canarias con acceso restringido al público (mucho mejor clima, ¡dónde va a parar!).

“Muerte en el meridiano” es Andrea Sabugo, una protagonista egocéntrica, egoísta, sin pelos en la lengua, adicta al kétchup y a las pipas Churruca, con una compleja personalidad debido a un pasado que le atormenta, y muy crítica con el mundo literario, a pesar de ser el que le da de comer. de niña, su imaginación hizo que la llamasen embustera, y de adulta la utiliza para ganarse la vida creando historias, difuminando la línea entre realidad, ficción y sus verdades inventadas.

La traumática experiencia que vivió de niña ha marcado su vida y su personalidad. A través de los ojos de la Andrea niña descubrimos su visión del mundo y somos testigos de la pérdida de la inocencia y la forma en que uno se enfrenta a la muerte cuando es niño. Aunque Andrea no despierta muchas simpatías y resulta difícil empatizar con ella, al final de la novela terminas entendiéndola.

La otra gran protagonista es Minerva Novoa, una escritora consagrada, que ya no tiene nada que demostrar y que, tras toda una vida resolviendo casos sobre el papel, se muere de ganas por resolver uno en la vida real, encontrando en la muerte ocurrida en el festival la ocasión perfecta para actuar à la Miss Marple.

El elenco de personajes secundarios son un buen acompañamiento para nuestras dos protagonistas, ya que cada uno de ellos representa un perfil fácilmente reconocible dentro del mundo literario, descubriendo a través de ellos las envidias, rencillas, fraudes de los premios literarios y la necesidad de reconocimiento de algunos autores.

El uso de frases cortas y directas, con una marcada ironía y mucho humor, hace que la lectura resulte muy ágil, si bien es cierto que el uso reiterado de ciertos recursos a lo largo de toda la novela se vuelve un poco repetitivo.

“Muerte en el meridiano” es una entretenida novela de misterio que viene dispuesta a teñir de rojo el panorama literario. Rojo fresa, rojo Kojak, rojo kétchup, rojo sangre.

«En el competitivo mundo de las letras, cada palabra puede ser un arma letal y cada página el escenario de un crimen perfecto.»

Andrea Sabugo, nuestra protagonista, es una escritora de éxito nacional de la que cualquier persona con dos dedos de frente preferiría mantenerse a cierta distancia. Ha ganado premios, sus thrillers se venden como churros y sus admiradores la adoran. Pero detrás de esta imagen, se esconde una persona cínica que no se anda con chiquitas y que arrastra muchos traumas desde la infancia.

Tras muchos ruegos por parte de su representante, Andrea decide asistir al Festival Meridiano Cero, un evento que reúne a escritores, editores, traductores y blogueros en la isla de Santa Lucía (una pedanía ficticia de la isla de El Hierro). Se podrán imaginar por dónde van los tiros, ¿no? Como bien indica el título, durante este evento se comete un asesinato y Andrea se verá envuelta en una investigación para descubrir al culpable.

Al más puro estilo de Agatha Christie, Carlota Suárez ha creado una historia en la que absolutamente todos los personajes son sospechosos. No te fías de nadie porque todos tienen motivos de sobra para haberse cargado a la víctima. Además, el escenario no puede ser más propicio: una islita anexa a la isla de El Hierro donde todos se encuentran aislados.

«Muerte en el meridiano» es lo que yo llamo «un libro para no soltarlo hasta que lo terminas». La historia te atrapa y la pluma de Carlota te hipnotiza. Además, la autora alterna el presente y el pasado para que conozcamos un poquito mejor a Andrea; todo lo que le ha ocurrido a lo largo de su vida para que tenga un carácter tan detestable.

Si tuviera que ponerle un punto negativo, es que el misterio empieza con fuerza y se va desinflando poco a poco hasta resolverse de una forma que me dejó bastante fría. En mi caso, yo ya me esperaba ciertas cosas porque eran bastante evidentes. Con esto no tengo ningún problema, las tramas predecibles también las disfruto, pero me faltó más desarrollo. Me hubiera gustado que la autora hubiese profundizado más en algunos hechos y personajes.

Aún así, la historia cumplió la función de entretenerme y pasé un muy buen rato leyéndola. «Muerte en el meridiano» no solo es una novela de misterio, sino también un libro que refleja la cara fea del mundo editorial desde el punto de vista de una escritora. Explora temas como el éxito, la envidia, la obsesión por el reconocimiento y lo fácil que es meter la patita en este mundillo por el mero hecho de tener muchos seguidores en redes sociales.

De esta lectura me llevo el inmenso placer de haber descubierto a Carlota Suárez. Su forma de escribir me ha gustado y espero volver a leerla en otro género.

Esta es una lectura empezó bien y que al final se me ha quedado en un aprobado raspado. Me parecía divertida porque Andrea Sabugo, la escritora de novela negra y protagonista de esta historia era sumamente particular, pero lo cierto es que acabé aburrida de ella, de su forma de ser, de su forma de comportarse y sobre todo de lo cansina que resulta repitiendo las mismas cosas una y otra vez.

Frases como: “Señora, tu abuela”o “Rojo fresa, rojo Kojac, rojo kétchup, rojo sangre” se repiten hasta la saciedad, igual que la palabra embustera o las cientos de veces que come o le apetece comer pipas (Churruca para más datos).

Si eliminamos todo que lo acaba “molestando” se queda una novela cortita con un misterio que no está mal pero que tampoco es nada del otro mundo, quizás lo más interesante ha sido toda la crítica de Andrea hacia el mundo editorial y virtual y la parte del pasado que te hace conocerla un poco más.

Entre que ella ya me estaba cansando y que su amiga Minerva, otra exitosa escritora de novela negra con la intentará descubrir quién mató a una invitada al Festival Meridano Cero al que ambas también asisten, tampoco me ha caído en gracia porque me parecía muy condescendiente cada vez que abría la boca, la sensación que me ha quedado es que podía haber elegido leer o escuchar alguna otra historia más interesante. ¡Qué le vamos a hacer!

💀 Un misterioso asesinato ocurrido en el Festival Meridiano Cero, que se celebra en una isla. Nadie puede salir de ahí y dos escritoras están decididas a descubrir qué ha pasado.

Está narrado en primera persona y con dos líneas temporales, una situada en el presente y otra en el pasado. Es como una partida de cluedo, una investigación de un asesinato con dos escritoras como detectives.

Hacía tiempo que no leía a una protagonista que me cayera TAN mal. Me ha parecido un personaje totalmente insoportable, todo el rato "yo, yo y después yo". Lo único que sabía hacer era criticar y hablar mal de todo el mundo.

Y este personaje ha sido mi gran problema, porque al estar todo contado desde su punto de vista y estar ella siempre en escena, ha hecho que, aunque los hechos en principio me parecieron interesantes y quería saber qué estaba pasando, empecé a perder el interés y solo quería acabarlo.

La novela tiene algo que en un principio te atrapa, pero poco a poco va perdiendo ese algo. He sentido que no pasaba nada, que se repetía muchas veces y daba muchas vueltas a las cosas.

🖋 Un Festival Literario
🏝 Ambientado en una isla
🔪 Un asesinato
✍ Crítica del mundo literario
🔦 Misterio e intriga
&#xNaN Dos líneas temporales
🗣 Narrado en primera persona