El nombre que ahora digo

No es otro libro más sobre la Guerra Civil.
Soler ambienta esta historia con gran variedad de nombres propios, personajes humanos. No pretende revalidar la realidad de ninguno de los dos bandos, quiere dibujar la guerra y las historias que entre las balas se cruzan. El método narrativo me parece fantástico, otorgando bocanadas de aire nuevo entre escena y escena, intercalando entre un discurso más tradicional y otro más prosaico propio del enamoramiento de un soldado. Los retratos fisionómicos son geniales; dando carácter e individualidad a cada uno de nuestros protagonistas sólo con un par de pinceladas, huyendo de descripciones recargadas.
Engancha, apasiona y sin duda se disfruta.

Este libro no lo pude leer, otro libro sobre la Guerre Civil con personajes burdos y poco interesantes.