Su mascota. Su talón de Aquiles. —¿Son sus palabras o las tuyas? —¿Acaso importa? —Un despreocupado encogimiento de hombros—. Es la verdad.
|
Su mascota. Su talón de Aquiles. —¿Son sus palabras o las tuyas? —¿Acaso importa? —Un despreocupado encogimiento de hombros—. Es la verdad.
|
«Porque cuando dos ángeles unen sus almas, la debilidad desaparece»
|
"—Dime una cosa, Rafael. Él ya se estaba girando para avanzar hacia la puerta. —¿Qué es lo que quieres saber, cazadora del gremio? Elena disimuló la sonrisa que le había provocado ese desliz. —¿Cómo debo llamarte? ¿Marido? ¿Compañero? ¿Novio? Rafael se quedó inmóvil con la mano en el picaporte y la miró con una expresión indescifrable. —Puedes llamarme «Amo»" |
¿Quién escribió la saga?