El Hijo infinito

Superhéroes + seres mitológicos + redes sociales/YouTube + funkos, esta es una fórmula que hizo que me gustara este libro, El hijo infinito es una novela que disfrute de principio a fin.

El inicio: Una noche un par de jóvenes, Emil y Brighton, están en la calle y presencian una batalla entre un celestial y un espectro, uno es un influencer en ascenso que busca la fama a como dé lugar y el otro un joven tranquilo, introvertido, incluso hasta temeroso, son hermanos, tan distintos uno del otro, pero muy unidos, podríamos decir que hasta complementarios.

En este punto, después de leer el primer párrafo de esta reseña, ¿te preguntas qué es un espectro? ¿qué es un celestial? son preguntas que el lector también se plantea desde las primeras páginas, pero que a lo largo de la lectura se resuelven, en este libro no esperes que haya una introducción o una presentación de cada personaje o de cada elemento involucrado en la historia, no ocurre de esa manera, pero te aseguro que en algún momento, si sigues leyendo lo descubrirás, la respuestas las encuentras conforme avanzas en la lectura, es un libro del que debes gozar que rápido se lanza a la acción, que te narra un evento tras otro en un ritmo ágil, con giros inesperados que es imposible no ser sorprendido y con un final adecuado preparando la llegada del segundo libro.

No es un libro perfecto, sin duda no lo es, pero hay demasiados elementos incluidos en la historia que a mí en particular me gustan mucho, empezando por los funkos, uno de los protagonistas colecciona los de los celestiales, como yo lo hago, eso me encantó. Además, las redes sociales, los videos virales y YouTube son importantes en la trama, terminan siendo una herramienta utilizada por Brighton para generar un impacto en sus seguidores y moldear de alguna manera su forma de pensar hacia algo en específico, algo que todos aquellos que tenemos presencia en redes sociales buscamos conseguir, en mi caso el fomento a la lectura es mi objetivo.

En esta historia el rechazo a las diferencias es un elemento muy presente y que vale la pena resaltar, tal como ocurre en la vida real aquello que es distinto a lo "normal" es sujeto a persecuciones, rechazos y abusos, el caso del libro esto le ocurre a los celestiales quienes sufren por esto incluso de parte de aquellos que se supone deben cuidarlos y protegerlos, los vigilantes, un tipo de policía mágica, incomprensión total hacia el de en frente solo por ser algo distinto, y a partir de eso resalta la importancia de la familia, del amor y de la amistad. Otros valores importantes en la trama del libro es la lealtad y el sacrificio, uno que nos lleva a interponer, hay algunos momentos en donde a nuestro protagonista Emil le toca sacrificar su propio bien por el de aquellos a los que les debe lealtad y compromiso, su familia y sus recién conocidos compañeros celestiales y todo ocurre muy a su pesar.

Los fénix y las hidras, animales mitológicos, presentes en varias culturas, películas, series y libros también están presentes en esta novela de fantasía, de hecho los fénix se roban la atención en gran parte del libro, me gustó mucho el hecho de que hay incluso varias especies de fénix, casa uno con sus propias características, por lo que si bien Adam Silvera no desarrolla todo un mundo mágico y fantástico como los que encontramos en las novelas épicas, si se tomó su tiempo para por lo menos entregarnos esa variedad de fénix.

Es una novela con varios personajes LGBT incluyendo a uno de los principales, me gustó mucho el hecho de que lo maneja de una forma tan sutil y casual, no lo resalta ni le pone demasiado énfasis, por lo que como lector lo sientes muy orgánico y natural, tal como debe ser siempre, sin duda manejado de excelente forma.

Es una lectura muy ligera, amena y rápida, ¿recomendado? si, sin duda, por algo las 4 estrellas de 5 con las que lo estoy calificando, además que en la tienda en línea de Editorial Urano México lo encontrarán a un buen precio y con entrega a domicilio.
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Este libro lo estuve esperando con bastantes ganas cuando se anunció en su día la fecha de salida porque la premisa del libro me llamaba muchísimo la atención: magia, temática LGBT, una buena portada y una sinopsis que captó mi interés desde el primer momento. Sin embargo, lo que me encontré a lo largo de las páginas sin duda me decepcionó.


Nos encontraremos con una historia narrada en primera persona que alterna principalmente dos puntos de vista: el de Emil y el de Brighton, pero también vamos a encontrar algún que otro capítulo desde el punto de vista de otro personaje como Ness. de entrada tengo que decir que la narración de esta historia me ha chirriado, no me convencía el enfoque ni la forma de llevarla. No sabría decir si es por la pluma del autor porque es la primera novela que leo de él o si es por cualquier otra cosa que no se identificar.

Emil, es el más reservado, maduro y responsable. No quiere ser un héroe como su hermano ni llamar la atención. de hecho, a Emil lo que le interesan son las criaturas mágicas.Sin embargo, debido al descubrimiento de sus poderes tendrá que salir de su zona de confort.

Brighton, es todo lo contrario a Emil (son como el día y la noche). Si tuviese que definirlo con dos palabras serían: egocéntrico y soñador. Además, se expone siempre al peligro y cuando se le mete algo en la cabeza no se lo piensa dos veces aunque esté exponiendo su vida simplemente por hacerse famoso con su canal de Youtube. Es por este canal que el tema de las redes sociales va a estar presente en toda la novela.

Y lo siento pero tengo que decirlo, Brighton era inaguantable, yo no podía con él, me ha caído mal no, lo siguiente. Yo espetaba cambiar de opinión a lo largo de los capítulos pero no ha sido el caso. Y aunque Emil no me ha desagradado, me temo que no he conseguido conectar con ninguno de los hermanos, más de una vez me han parecido que sus acciones eran un sin sentido, pero sobretodo las de Brighton.

La historia a su vez cuenta con numerosos personajes secundarios a los que el autor podría haberles sacado más jugo, aunque con suerte profundizará más en ellos en el siguiente libro.


En cuanto al ritmo de lectura, supongo que con lo que ya especifiqué anteriormente con el estilo de narración ya supondréis que se me ha hecho un libro lento y pesado.

Si hay algo que tengo que destacar de la historia sin duda es la buena relación que hay entre los hermanos y como el autor maneja toda la relación a lo largo de los baches que se encuentran en el camino. Creo que a pesar de tratarse de una historia de fantasía, el retrato que hace de ellos es bastante cercano a la realidad.
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Tenía muchas ganas de volver a leer a Adam Silvera ya que un gran descubrimiento hace un par de años. Su estilo sencillo pero intenso y su activismo sutil me conquistaron con Recuerda aquella vez, cuya reseña podéis ver aquí. El resto de sus novelas se caracterizan por ser de temática LGTBI, por protagonistas inseguros fácilmente achuchables y por plagar sus páginas de mensajes sanos. Claro que hasta ahora todo lo que ha publicado era romance contemporáneo y realismo mágico, así que mi curiosidad por ver cómo se desenvolvía con el género fantástico era enorme en cuanto se anunció esta novedad.

El libro está narrado en su mayoría en capítulos alternos por dos hermanos muy diferentes entre sí, que viven en un mundo mágico en el que algunas personas tienen poderes; Brighton, que siempre ha querido ser famoso, influencer y tener poderes con los que salvar el día; y Emil, tímido, introvertido y socialmente torpe, que solo quiere pasar desapercibido. La trama parte de un pequeño malentendido cósmico porque el universo les hace la jugada de conceder poderes especiales a Emil, que de la noche a la mañana se hace famoso por su poder poco común gracias a un vídeo que se hace viral y por estar relacionado con un antiguo héroe mítico. Lo mejor de esta novela son los dos hermanos protagonistas y la relación que hay entre ellos. Ambos tienen sus más y sus menos aunque personalmente me quedo con Emil, ya que Brighton tiene actitudes que pueden hacerlo bastante irritante (arrogante, presumido…) pero la verdad es que ambos en conjunto forman un buen equipo y su mecánica fraternal consistente en envidiarse, protegerse y quererse a partes iguales ha sido lo que realmente me ha hecho disfrutar de este libro.

El resto de personajes secundarios se quedan un poco en la superficie aunque hay algunos capítulos también narrados en primera persona por algunos de ellos, que en mi opinión realmente no aportan nada de valor, más que sacarnos del ritmo que llevan los dos hermanos en su narración. Es decir, que el libro quedaría igual sin haber añadido esos puntos de vista porque son muy pocos para que nos hagamos una idea de la personalidad de esos personajes (como Ness o Maribelle) y además son muy breves (como el resto de capítulos) para que nos dé tiempo a asimilar lo que se cuenta en esas páginas. Hay varios personajes secundarios que podrían ser más relevantes de lo que lo son, y aunque se establecen varias conexiones con los hermanos protagonistas, ninguna está demasiado explotada ni en intensidad ni en profundidad. La novela tampoco tiene romance, nada más que un poco de química sutil hacia los últimos capítulos que parece que preparan algo de cara a la continuación entre dos personajes. En absoluto digo que la falta de elementos románticos sea algo negativo, es solo que al tratarse de Adam Silvera tenía la gran expectativa de que este aspecto fuera algo más relevante en la novela y no ha sido así. Además, pese a que la trama tampoco es que tenga mayores giros argumentales y se base todo en un esquema que ya hemos visto muchísimas veces (cambiando los nombres de las partes enfrentadas) y con unos “villanos” muy poco desarrollados, puedo asegurar que tampoco se hace aburrida. Se deja leer pero tampoco es que cale del todo ni llegue a ser adictiva, (quizás por una sensación de confusión que he mantenido hasta el final).

Sin embargo, sí he tenido dos problemas principales a la hora de disfrutar al completo de esta primera parte: el worldbuilding y el conflicto argumental. Con la construcción del mundo lo que ocurre es que se dan muchas cosas por sentado y no se explica la mayoría. A grandes rasgos, estamos en una realidad como la nuestra y en nuestra propia época, porque se mencionan elementos como YouTube, varias redes sociales, Uber, etc. pero por otro lado, la sociedad tiene integrada elementos mágicos como los poderes o algunos tipos de pociones (con nombres como Cerveza, por cierto, así, en mayúscula). Hasta aquí todo claro, pero mi problema es que más de la mitad del libro he estado perdida con el funcionamiento de esa sociedad mágica y de todo lo que envuelve a los poderes. Se dejan sin explicar muchísimos datos que se van soltado, además, de manera recurrente (como el Apagón o el Soñador Coronado). Es verdad que se pueden inferir o imaginarse un poco qué son, pero de ninguna manera se aclaran ni ningún personaje lo revela a colación de cualquier otro aspecto, por ejemplo, en una conversación. Por lo tanto, la sensación ha sido un poco confusa porque mientras leía estaba disfrutando de la trama que se desarrollaba pero sin entender ni pizca el contexto.

Respecto al conflicto argumental, más de lo mismo. He entendido al final cuáles son los bandos pero desde el principio tenemos demasiada información que no he sido capaz de asimilar porque no me he enterado de qué son los Regadores de Sangre o los Espectros o cómo funciona el tema de las criaturas mágicas y sus poderes para que pueda funcionar como motor de la trama. Más o menos me ha quedado claro que los Portadores de Hechizos son los buenos y los otros los malos, pero no he captado el sentido de los dos lados de la línea, ni por qué cada uno de los personajes está en un bando o en otro. En menor medida, también he tenido ciertos problemas con la traducción, que a veces utilizaba palabras directamente latinoamericanas, que no debe considerare un fallo para nada de traducción (como “cuadras” y “concreto” o utilizar el “ustedes” para referirse a los amigos) y en varias ocasiones me he encontrado con oraciones enteras sin sentido ninguno por hacer una traducción literal palabra por palabra. En general no es que estropee la lectura pero afea bastante el resultado de la novela.

5/10

Para resumir, una novela entretenida de aventuras con jóvenes con poderes que no me ha terminado de encajar con el estilo típico de este autor. En lo único en lo que ha arriesgado Adam Silvera en esta ocasión ha sido en el cambio de género, pero no en cuanto a la originalidad que nos pueda presentar una novela que sigue los mismos patrones que otras muchas, variando nombres de los poderes y de los bandos, pero en esencia no es nada nuevo. La única relación que tiene relevancia es la de los hermanos protagonistas aunque, sin que sea ningún problema que no haya romance, se echa en falta este elemento al tratarse del autor que es. Por mi parte ha sido una lectura amena porque con su estilo no cuesta nada leer página tras página, pero me seguiré quedando sin dudarlo con sus historias juveniles contemporáneas que, paradójicamente, me parecen más originales que esta.
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