La bordadora

La conocida divulgadora de moda e higiene medieval y renacentista se estrena con una novela ambientada en la Castilla de 1475. La bordadora un libro donde las mujeres son las grandes protagonistas.
Un libro que ha resultado ser totalmente diferente de lo que me imaginé en un principio cuando leí su sinopsis. Me encanta las novelas basadas en la edad media tanto en la vida de los palacios con sus reyes e intrigas como la vida de los monasterios o la vida cotidiana de la gente. Así que puedo decir que he leído mucho sobre esta época como para dar una opinión sincera sobre este libro. La bordadora es bajo mi modesta opinión más un libro sobre las indumentarias y las costumbres higiénicas de la época, sin duda indiscutible la gran labor de documentación que hay por parte de Consuelo Sanz, de la que he disfrutado mucho ya que de este punto se suele hablar lo justo en otras novelas que he leído, pero la trama central se me ha quedado corta tanto en trama como en algún personaje.
Todo gira en torno a Caterina, un joven condesa viuda que reside en el palacio de de tío. Por parte de Caterina iremos viendo ese punto que os comenté antes, sus ropas , sus ungüentos para la cara ...pero también hay otro gran protagonista que es Jimeno, un ex fraile que acaba sirviendo para el tío de Caterina.
Pues bien toda la trama gira en torno a estos dos personajes y ¿Juana la bordadora donde queda ya que da titulo al libro? Pues si, sale pero según mi opinión es un personaje que podría decirse que es secundario.
Si es cierto que he disfrutado con los personajes que van apareciendo pero no ha sido de esas novelas que una vez terminada haya calado como para ser recordada dentro de un tiempo, pero tampoco puedo decir que es una mala novela ya que tanto la narración como la documentación son inmejorables.
En conclusión, un libro que nos muestra de manera costumbrista la vida de Vetonia en el 1475 y del que os animo a leer si os apetece conocer de manera novelada como se vestían y como vivían en la época.

La bordadora es la primera novela de Consuelo Sanz de Bremond, una investigadora especializada en la vestimenta, vida e higiene de la Edad Media y Moderna. Precisamente debido a que su autora es una experta en la materia, este libro está plagado de detalles acerca de la moda y costumbres predominantes en la Castilla de los Reyes Católicos, que hacen que se convierta en una lectura muy peculiar. al contrario de lo que sucede en la mayoría de novelas de género histórico o de ficción histórica, no recrea ninguna guerra, ni se centra en estrategias de poder ni acontecimientos demasiado relevantes. Es más bien como un manual novelado sobre las costumbres de una corte medieval, en el que lo más importante es conocer cómo era el protocolo a seguir en las diferentes ocasiones, los códigos de vestimenta y los comportamientos sociales de los residentes de, por ejemplo, un palacio. El libro consigue enganchar un poco al lector al despertar su curiosidad en lo que concierne a la vida personal de algunos personajes, y es muy ilustrativo sobre los ropajes, cosméticos e higiene de la época, lo que hace que sea una lectura muy instructiva al respecto, aunque para mi gusto esta historia es demasiado simple y carente de una trama y desarrollo que pueda captar completamente mi atención. No es una mala novela, pero me han faltado esas ganas de seguir pasando capítulo tras capítulo que suelen entrarme con las obras históricas de este tipo.

Cuando leí la sinopsis del libro me llamó mucho la atención pero me he encontrado otra cosa diferente.

La novela está ambientada en la Castilla de 1475. Pensaba por el título de la novela que la protagonista principal sería la bordadora, que es Juana. Pero nos encontramos que la historia tira más hacia Caterina, una condesa viuda y Jimeno, ex fraile que acaba sirviendo en el palacio de la condesa. Y Juana, queda en su segundo plano aunque tenga presencia importante en la trama.

En líneas generales, me ha mantenido enganchada el libro por Caterina y Jimeno, ambos con sus peculiaridades y muy diferentes entre ellos. Eran lo opuesto, lo que le daba diversión. Pero nos encontramos ante una historia muy lineal, que no pasa nada ni hay giros sino que simplemente te cuenta la vida de esos personajes en aquella época.

La autora nos cuenta muchas cosas interesantes sobre la época, cómo vivían, cómo hacían para la higiene, los vestidos…

En definitiva, es un libro que me ha gustado pero que esperaba otro tipo de lectura con algo más intenso